Broadway Bomb 2013, por Kevin Rubin
Lo que empezó como una quedada, se ha establecido como un evento de longboard anual: el Broadway Bomb. En esta edición, con más de 1000 participantes, la policía trató de impedir cualquier acción.
Todo comenzó en el año 2000, cuando dos longboarders (Fred Mahe e Ian Nicols) decidieron organizar una carrera de longboard alternativa y más desafiante a la que se hacía en Central Park. 14 riders participaron en esa primera edición, y desde entonces se ha ido haciendo cada vez más popular. El año pasado la competición congregó miles de participantes, fue entonces cuando el Ayuntamiento de Nueva York declaró la carrera ilegal y movilizó a la policía para impedir que se celebre.
Hace unos días tuvo lugar la edición de 2013: la presencia policial había aumentado, pero la masa de aficionados al longboard era mucho mayor. Las fuerzas de seguridad establecieron barricadas y con grandes carteles luminosos informaban a los allí congregados de que el evento había sido declarado ilegal. Cuando la policía comenzó a hacer las primeras detenciones, la situación cambió: los participantes pronto lograron sortear la barrera policial pasando a través de un parque cercano, abriéndose paso hacia la avenida de Broadway al grito de “Broadway bomb!”. Daba comienzo así la competición en la que miles de participantes cruzan Manhattan (unos 13 kilómetros de recorrido) entre el caótico tráfico de una de las ciudades más concurridas.
Durante todo el recorrido se establecieron barricadas con vehículos policiales que los corredores trataban de sobrepasar. Sin embargo, lo más llamativo eran las barreras plegables: una hilera de policías desplegaba unas redes narajas para cortar el paso a los riders, sin mucho éxito. En este divertido vídeo a ritmo de Benny Hill puedes ver el éxito de la medida (gracias a Manu Gallego por ponernos sobre la pista):
Según los medios, hubo casi 40 detenciones (la mayoría al inicio de la carrera) y al parecer un participante fue reducido usando un teaser (pistola eléctrica). El lema de la competición “You Could Die”, resume bastante bien el peligro de esta carrera urbana. Aunque hay algunas normas, como llevar un casco, no hacer que otros riders caigan de sus tablas o no golpear a los peatones; la carrera tiene lugar en una avenida repleta de tráfico y los riders asumen un gran riesgo.
Octubre de 2014 es la próxima cita de esta carrera de longboard clandestina. Veremos entonces cómo sigue el pulso entre el ayuntamiento y la policía frente a los aficionados a este maravilloso deporte, que reclaman las calles.