Invito a verlo con mucha atención, porque lo que se ve y se oye no tiene desperdicio.Creo que es bueno que todos los medios de comunicación estén abiertos a estos falsos profetas y dejarles que hablen, sobre todo que hablen mucho; cuanta mayor difusión tengan mejor; ellos mismos se desprestigian solos.
Así lo estamos viendo pues sus frecuentes apariciones públicas están ofreciendo una imagen bastante aproximada de que clase de individuos se trata; ello añadido a turbios casos de comisiones, cuentas opacas y falsedad en sus declaraciones fiscales están completando de perfilar una imagen muy alejada de la honestidad que predican (y critican de los demás) generando mas dudas sobre los escándalos que ya protagonizan.
F.J.de C.Madrid, 22 de febrero de 2.015.