Soy de aquellas que podía salir de casa corriendo sin haber tomado nada y sinceramente, me estaba pasando factura. En algún momento en las redes sociales les he comentado que uno de mis propósitos para este año 2016 era desayunar todos los días y por ahora parece que lo voy consiguiendo.
Intento tomar desayunos variados y sanos. Mezclo frutas en zumos, batidos y tés si lo que me apetece es desayunar caliente, también cereales o galletas, vamos un poco de todo, sobre todo, para no aburrirme y abandonar el propósito a la primera de cambio.
Desde hace unos días tengo la nueva cafetera Stelia Dolce Gusto® y sinceramente me ha salvado la vida. Ahora tengo el desayuno listo en un abrir y cerrar de ojos y sin esfuerzo, cosa que agradezco bastante ya que el tiempo vuela por la mañana y voy corriendo continuamente. Conocía alguna cafetera de cápsulas, pero nunca me había lanzado a usarlas porque no suelo beber café, me pasé al té hace mucho tiempo y soy un poco adicta la verdad.
Cuando encontré esta cafetera de diseño me enamoré de ella, tiene una amplia gama de tés y no tengo que estar pensando en la temperatura del agua o en sacar la bolsa del agua en el tiempo justo para que el té no amargue. Cuando la vi, me di cuenta que era la solución para muchos de los problemas, me iba a ahorrar tiempo y quitarme quebraderos de cabeza. La tecnología es táctil y con los 15 bares de presión se consigue fácilmente un perfecto Capuccino o Té Latte con su espumita, simplemente es seleccionar la cantidad de bebida que se quiere y voilà tu bebida preparada.
A parte de desayunar, que es una ritual que se debe de disfrutar, intento disfrutar preparándolo y poniendo bonita la mesa. La verdad que entre semana no tengo mucho tiempo, pero una vajilla bonita y unos buenos elementos hacen que el conjunto sea agradable. En cambio los fines de semana si me gusta cuidar cada detalle, poner una mesa delicada, dedicarle al desayuno un rato largo, el sol entrando por la ventana, música y disfrutar.
El diseño que tiene la cafetera Dolce Gusto® Stelia es tan delicado y bonito que te permite colocarla en cualquier rincón, está inspirado en una gota de café al caer. Las cápsulas tienen un colorido precioso lo que consigue animar la mesa fácilmente. El diseño permite colocarla en cualquier ambiente, rústico, romántico o muy moderno. Para el montaje opté por una mesa más delicada y romántica, mezclando colores muy suaves con la alegría de las frutas y de las cápsulas. También hay un montón de porta cápsulas que merecen mención. Actualmente sólo he probado las múltiples variedades de té, pero investigando he descubierto que hay múltiples variedades de cafés, desde espressos, capuccinos, lattes, cortados, etc, que tengo que tener en casa para sorprender a mis invitados. También si en casa hay pequeños, hay cápsulas de Nesquik o chocolate. Y no se olviden de la amplia variedad de bebidas frías que tiene.
Me apetecía conseguir un ambiente fresco y diferente, estilo buffet, donde llegases y te sirvieras lo que se te antojase. Un espacio sencillo con toques rústicos, un camino de mesa que me rechifla y lo tengo desde hace tiempo y solo lo uso en ocasiones especiales, con unos botecitos de cristal para presentar la fruta y los cereales, unas flores (estas que nunca falten, son un imprescindible en cualquier mesa bonita) y luego el toque diferente con unos libros y unos mini cuadros, elementos que no se suelen usar para poner una mesa pero que me pareció que conseguían un detalle especial. Para presentar las cápsulas opté por un recipiente de cristal con forma de estrella, quería darle ese guiño a que fuesen las estrellas de la mesa, la parte más importante. Aquí presenté todos los tipos de té que la NESCAFE® Dolce Gusto®tiene, así al ir a desayunar se podía elegir el que más te apeteciese, qué difícil elegir entre tanta variedad… Aunque si les digo la verdad, mi preferido es el Chai Tea Latte, tiene un toque especiado que está buenísimo, y sale con una espumita de rechupete.
¿Qué les ha parecido? ¿Desayunan conmigo y con DolceGusto?