Instagram @nahirabrain
El desayuno es mi comida preferida del día, pero no siempre fue así, yo también era de las que prefería quedarse en la cama diez minutos más, acababa tomando el café de un trago y salía corriendo de casa... Pero con el tiempo he descubierto que desayunar es un placer además de un hábito muy saludable, y no lo digo yo, lo dicen los expertos: "el desayuno es la comida más importante del día", pero... ¿por qué?
¿Por qué el desayuno es la comida más importante del día?
Como su nombre indica el des-ayuno se realiza para romper 8 largas horas de ayuno.
Después de todas estas horas sin comer, el organismo sufre un déficit de glucosa que es nuestro principal combustible. La falta de glucosa produce decaimiento, falta de concentración y mal humor. Empuja a nuestro cuerpo a quemar otras reservas energéticas, lo que causa múltiples alteraciones en el funcionamiento del cuerpo.
Desayunar nos da la energía que necesitamos para afrontar el día, acelera el metabolismo y nos ayuda a controlar el hambre evitando el picoteo mañanero. El hecho de repartir las comidas del día en 5
raciones ayuda a no sobrecargar ninguna de ellas.
¿Qué desayunar?
El desayuno debe suponer entre el 20 y 25% de las calorías ingeridas a lo largo del día.
Lácteos: leche, yogur, cuajada, requesón… Contienen proteínas de alta calidad, calcio, vitamina A y D
y vitaminas del grupo B. Frutas: Aportan vitaminas hidrosolubles necesarias para el organismo. Estas vitaminas no se acumulan y deben ser aportadas diariamente. También aportan Hidratos de Carbono, agua, otras vitaminas, minerales y fibra.
Cereales: Pan, tostadas, cereales de desayuno, galletas… Proporcionan Hidratos de Carbono que
aportan energía, vitaminas y minerales. Los cereales integrales aportan además fibra.
Derivados cárnicos: Jamón cocido o serrano, fiambres poco grasos (de pollo o pavo). Contienen proteínas de calidad con función formadora (de construcción de tejidos y células) y cantidades variables de grasa con función energética
Como con las comidas y las cenas es bueno variar, no desayunar siempre lo mismo. Tomar frutas diferentes, probar nuevos zumos, usa tu imaginación!...y deja para el fin de semana algún capricho dulce!