Aviso para los estudiantes que preparan sus exámenes de febrero. Una forma de combatir la ansiedad antes de que repartan las preguntas es coger un folio blanco y dedicar unos minutos a escribir sobre lo que les preocupa. Este ejercicio tan sencillo libera el capital intelectual necesario para completar la prueba con éxito, según la conclusión de un equipo de investigadores de la Universidad de Chicago. Los científicos demuestran que los estudiantes que descargan sus preocupaciones en el papel sacaban mejores resultados académicos que los que no lo hacían. Los resultados se publican en el último número de la revista «Science».
Durante el estudio se intentó recrear una situación de estrés para presionar a los 20 estudiantes que participaron. Les sometieron a dos exámenes. En el primero, una prueba de matemáticas, se les pidió que lo hicieran lo mejor posible. Antes de empezar el segundo examen se les informó de que obtendrían una recompensa económica en función de los resultados, así como que la prueba se grabaría en vídeo y sus profesores de matemáticas los revisarían. A la mitad de los estudiantes se les dio diez minutos antes del examen para que expresaran sus sentimientos y preocupaciones sobre el examen y al resto que se mantuvieran en silencio. El grupo que descargó sus emociones en el papel obtuvo mejores resultados, al menos en exactitud matemática.
Otro experimento similar se hizo con estudiantes de biología, con uno de los primeros examenes finales de secundaria. Y el resultado fue muy parecido: las mejores notas se registraron entre los estudiantes-escritores.
-Como un bloc de notas
No es la primera vez que se demuestra que trabajar bajo presión consume la memoria de trabajo del cerebro, fundamental para muchas actividades cotidianas. Este tipo de memoria, localizada en la corteza prefrontal, funciona como una especie de bloc de notas o chuleta mental que permite a la gente trabajar con un apoyo siempre a mano. Cuando las preocupaciones se acumulan, perdemos la agilidad mental necesaria para atender a nuestros miedos y nos bloqueamos
La psicóloga Sian Beilock, autora de la investigación, define este problema como la «asfixia» de trabajar bajo presión, una situación en la que personas con talento obtienen resultados por debajo de su capacidad. Incluso ha escrito un libro en la que ofrece consejos sobre cómo evitar el ahogo en situaciones estresantes como un examen difícil, una reunión de negocios importante o incluso una competición deportiva.
Tampoco es la primera vez que la escritura tiene un valor terapéutico. De hecho es una herramienta a la que recurren psicólogos y psiquiatras para que sus pacientes puedan explicar una experiencia traumática. Si no pueden contarla, al menos pueden escribirla.
**Publicado en "ABC"