Desconectar

Por María Jesús
En estas fechas estivales se oye mucho, “Tengo que desconectar”, “No he podido desconectarme”, “Cuándo por fin logré desconectar tuve que volver al trabajo”, etc. La principal definición de esta palabra según la RAE es “Suprimir la comunicación eléctrica entre un aparato y la línea general”. ¿Curioso no? El ser humano ha llegado a depender tanto del teléfono móvil que el mismo se considera una máquina que al igual que su teléfono puede ser o no conectada. ¿Qué es para la gente desconectar? ¿Es tal vez olvidarse del trabajo, de los problemas, para luego volver a encontrarse con ellos después de las vacaciones? ¿Es aislarse de todo y de todos conectándose a otras máquinas(televisión, ordenador, teléfono…)? Este tipo de desconexión tal vez no sea muy sano y nos encontremos a la vuelta de nuestras vacaciones muy cansados y malhumorados porque la verdad es que nos gustaría estar permanentemente desconectados, (¿muertos en vida?). Desconectar debería ser por ejemplo cambiar de actividad, practicar la relajación , la meditación , el silencio interior. Tener conversaciones profundas, lecturas nutritivas para el espíritu, escuchar música, visitar museos, disfrutar de la naturaleza, escuchar el canto de los pájaros. Y después a la vuelta, después de haber alimentado nuestro espíritu, encontranos más fuertes, mas plenos y no tener necesidad de conectarnos como nuestro móvil.