Se ha descubierto un agujero negro mostruoso con unas 12 veces la masa del Sol, y muy cerca de nuestro sistema solar, tan «solo» a 1.550 años luz. Este agujero negro lo orbita una estrella muy parecida a nuestro Sol.
Los agujeros negros se consideran exóticos porque, aunque las estrellas y otros objetos cercanos sienten claramente su fuerza gravitacional, ninguna luz puede escapar de un agujero negro, por lo que no se pueden ver de la misma manera que las estrellas visibles, pero sí podemos detectar su presencia. En algunos casos, como en el caso de los agujeros negros supermasivos en el centro de las galaxias, pueden impulsar la formación y evolución de galaxias. También en algunos casos tienen un disco de material a su alrededor que se ilumina por la alta rotación del material que emite una radiación enorme. Pero en este caso ha sido diferente, es una agujero negro enorme, muy callado y orbitado por una estrella parecida al Sol.
Para encontrar el agujero negro se analizaron datos de casi 200 000 estrellas binarias obtenidos por la misión del satélite Gaia de la Agencia Espacial Europea. La atracción del agujero negro sobre su estrella compañera se puede determinar a partir de estas medidas espectroscópicas, que nos dan una velocidad en la línea de visión debido a un efecto Doppler. Un efecto Doppler es el cambio en la frecuencia de una onda en relación con un observador, como el tono del sonido de una sirena cambia cuando pasa una ambulancia.
Al analizar las velocidades en la línea de visión de la estrella visible, y esta estrella visible es similar a nuestro propio sol, podemos inferir qué tan masivo es el compañero del agujero negro, así como el período de rotación y qué tan excéntrica es la órbita. Estas medidas espectroscópicas confirmaron de forma independiente la solución de Gaia que también indicó que este sistema binario está compuesto por una estrella visible que orbita un objeto muy masivo, un agujero negro…
Para saber más:
Presentación de investigación de Astrophysical Journal , cuyo autor principal es el Dr. Sukanya Chakrabarti, profesor de física en la Universidad de Alabama en Huntsville (UAH).