Los investigadores han creído durante mucho tiempo que las
células madre adultas contribuyen a la cicatrización de heridas en tejidos como
el intestino y la piel, pero un nuevo informe de la Universidad de California
en San Francisco publicado en la revista Nature
detalla que ante una lesión el intestino responde reactivando un tipo de
crecimiento celular previamente visto en los tejidos fetales. Debido a que hay
tantos factores diferentes involucrados en la recuperación de la herida, la
curación exitosa incluso de lesiones externas comunes sigue siendo un desafío
clínico; las heridas internas también han demostrado ser difíciles de tratar. Los
investigadores infectaron ratones con un pequeño nematodo llamado
Heligmosomoides polygyrus. Usando marcadores fluorescentes apreciaron que las
células madre en las áreas infectadas por lombrices desaparecieron por completo
y sin embargo, el tejido herido se regeneraba más rápido que nunca, el equipo
notó la recurrencia de un gen diferente, conocido como Sca-1 y se dieron cuenta
de que donde los genes de las células madre habían desaparecido, en su lugar se
expresaba un programa genético diferente: uno que se parecía a la forma en que
los intestinos del ratón se desarrollan en el útero. Los hallazgos revelan una
reactivación de los mecanismos de desarrollo diseñados para producir nuevo
tejido lo más rápido posible: en el caso de daño tisular en el intestino, la
mejor respuesta puede ser simplemente cerrar la herida lo antes posible. Muchos
otros tejidos lesionados podrían beneficiarse de la capacidad de realizar
reparaciones generalizadas de manera rápida y eficiente antes de regresar a la
producción especializada de células adultas, lo que abre oportunidades
terapéuticas.