No sólo el precio es atractivo, sino que sus productos no contienen siliconas (culpables del taponamiento de los poros y el cabello ), formaldehídos (responsables de irritaciones), ftalatos (vinculados a disrupciones hormonales) y otros componentes dañinos que podéis consultar aquí. Otra cuestión que destacar es el hecho de que cuenta con la certificación BDIH: en cosmética natural hay muchas marcas engañosas que inventan sus propios sellos, por lo que es importante fijarse en que la certificación de la que presumen sea independiente y reconocida.
Estaba preocupada por los ingredientes tóxicos que encierran los cosméticos, sobre todo en el caso del eyeliner que está tan cerca del ojo y en contacto con una zona muy sensible. Después de informarme sobre la marca y localizar un establecimiento donde adquirirla, me animé a probar. Paso a comentar brevemente qué me ha parecido este eyeliner, que es lo primero que pruebo de Benecos (y no va a ser lo último).
→ Packaging. A la vista está. Me parece elegante y práctico, sin adornos que dificulten su uso.→ Precisión. Se aplica con un pincel-esponja muy fino que posibilita realizar trazos delgados con facilidad.→ Pigmentación. Una sola pasada sirve para dibujar la línea, pero para conseguir nitidez, es necesario delinear dos veces.→ Duración. Decente, semejante a la de los dos eyeliner que había utilizado con anterioridad.→ Limpieza. El producto se retira con mucha facilidad, mejor que los convencionales.
Aún lo he usado poco, pero por ahora repetiría. Lo único que mejoraría es la pigmentación.
¿Conocíais la marca, os resulta atractiva? Creo que mi próxima máscara de pestañas también será de Benecos ♥