La isla de Córcega es el lugar perfecto para tu próximo viaje. Allí podrás disfrutar de playas de agua color turquesa, blancos acantilados esculpidos por el viento y ciudades de ensueño que exhiben hermosos paisajes. Esta isla francesa, enclavada en el Mediterráneo, tiene casi 9.000 kilómetros cuadrados y cuenta con un poco más de 300 mil habitantes. En este post podrás conocer los lugares imprescindibles de Córcega que no debes dejar de visitar, y algunos consejos útiles para que tu viaje sea inolvidable.
Cómo llegar a Córcega
Las únicas maneras para llegar a Córcega son a través de un ferry o de un avión. Eligiendo el ferry, podrás embarcar tu coche, para que puedas moverte con más libertad cuando te encuentres en la isla. Si quieres viajar en avión, tienes que saber que diversas aerolíneas ofrecen sus servicios, haciendo más cómodo el viaje. De momento, no hay vuelos directos de España a Córcega, por lo cual se debe hacer una escala en alguna ciudad francesa.
Cómo moverse por la isla
Para visitar la isla, puedes elegir entre diferentes medios de transporte. Sin embargo, el más aconsejable es el coche, que te permite ser totalmente autónomo. Puedes alquilarlo o llevar el tuyo en el ferry. También puedes alquilar una moto o una bici o mejor aún, puedes elegir la combinación del alquiler de coche con la bici, ya que hay coches grandes donde puedes llevar las bicicletas y pedalear cuando quieras descubrir los lugares más escondidos.
Cómo comunicar
Respecto al idioma local, como sabes en Córcega se habla francés. Para disfrutar más de tu viaje es útil que aprendas un poco de francés, para que no tengas problemas a la hora de pedir lo que necesites y logres interactuar con los lugareños. Echa un vistazo al diccionario de francés de Babbel, para empezar a estudiar las primeras palabras y familiarizarte con el idioma. Podrás utilizarlo dónde y cuándo quieras, directamente online. Recuerda que si conoces el idioma local serás más autónomo, y podrás disfrutar de tu estancia completamente.
Las 3 ciudades imprescindibles
Ajaccio
Ajaccio es un lugar imprescindible para todo turista, con mucha historia, un balneario pintoresco y un centro histórico muy bonito. Se trata, no por casualidad, de la patria de Napoleón y de la capital de la isla. En la Rue Saint Charles puedes visitar su casa-museo, donde se conserva una colección de utensilios y objetos antiguos. La Catedral de Ajaccio, pequeña pero bastante hermosa, fue el lugar en el que el emperador fue bautizado. Puedes visitar también templos religiosos como el de San Erasmo, patrón de los pescadores. En el Ayuntamiento se encuentran dos salas que homenajean a Napoleón, con retratos familiares, bustos e incluso el acta de nacimiento. Además, no te pierdas el Palacio Fesch. En su Biblioteca encontrarás paredes llenas de obras antiguas y un entorno muy refinado. Además, en este palacio también se ubica el Museo Fesch, donde se encuentra la segunda colección de pinturas italianas más importante de Francia tras el Louvre. Una mención especial merece la Capilla Imperial, edificada por Napoleón y dedicada a su familia, cuya cúpula en trampantojo fue pintada por Jerôme Maglioli. En cuanto a las playas, en Ajaccio encontrarás algunas de las más conocidas y bonitas de la isla, como la de Saint Fraçois.
Bastia
Situada frente al golfo de Liguria, Bastia es el principal puerto en la isla y uno de los
pocos centros industriales de Córcega. Su arquitectura es muy peculiar: a pesar de ser una ciudad francesa, su estilo típico es el barroco. En la parte vieja hay tres zonas principales: el puerto viejo, (la parte más antigua), Terra Nova (antiguo barrio genovés barroco) y la ampliación del siglo XIX más burgués.
Entre los lugares más importantes merece la pena mencionar el Palacio de los Gobernadores, que sufrió muchos daños en la Segunda Guerra Mundial y hoy tiene un aspecto diferente debido a la parcial reconstrucción.
Bastia es un ciudad alegre por la que es agradable pasear, sobre todo por la plaza Saint-Nicolas, o por la plaza del Mercado, siempre viva y animada, donde podrás ver un mercado popular con todos los productos típicos de la zona y también el Palacio de Justicia.
Vale la pena visitar también la Catedral de San Jean Baptiste y la plaza del Dongeon, que está rodeada por edificios importantes como el palacio de los gobernadores, la casa de los Nobles Doce y la Casetta.
Hablando de las playas, al norte encontrarás las de guijarros y al sur las de arena, como la famosa playa Marana.
Bonifacio
Puede decirse que Bonifacio es uno de los lugares más interesantes de la isla, y en verano es uno de los lugares preferidos por los turistas. Esta ciudad está situada en un promontorio rocoso y sus casas se encuentran al borde de un acantilado. La ciudad está dividida en dos partes: la ciudad vieja y la marina. La Ville haute o ciudad vieja ofrece un casco antiguo medieval lleno de callejuelas estrechas, fortificaciones y la Porte de Gênes. En esta parte de la ciudad se encuentran también el Bastion de l’Etendard, la iglesia Saint-Dominique y Sainte-Marie-Majeure.
El Bastion de l’Etendard tenía la función de proteger la Porte de Gênes y el puerto, que representaban los únicos accesos a la ciudad. La iglesia Saint-Dominique es una de las únicas iglesias corsas de estilo gótico en poseer un campanario octogonal. En cambio la iglesia Sainte-Marie-Majeure presenta una torre de estilo románico pisano que tiene una altura de 25 metros. En la zona marina de la ciudad podrás relajarte en las playas de Fazio y Piantarella, que reciben cada vez más turistas. En los callejones de su puerto podrás encontrar tiendas para comprar los productos locales. Además, justo enfrente de la ciudad, se encuentra el archipiélago de las islas de Lavezzi con fondos marinos espectaculares.
No esperes más, reserva tu billete y descubre una tierra maravillosa. Déjate sorprender por sus ciudades y busca los rincones más desconocidos de la isla, para grabar en tu memoria imágenes inolvidables.