Descubriendo el entorno natural de Tamarit

Por Beldz

¿A vosotros os gusta más la playa o la montaña? ¿O quizá las dos cosas? Yo, si tengo que escoger, me quedo con la montaña. A mí me gusta la tranquilidad, el silencio, el sonido de las hojas de los árboles al moverse y de los pájaros cantando. La playa en invierno, que es cuando está desierta, no tiene ningún atractivo, y en verano se llena de gente, cosa que, como ya he dicho, no me gusta. Quizá sea ahora, entre mayo y junio, cuando se esté mejor. Empieza a hacer calor y, como aún no ha llegado el período vacacional, no está masificada. Se puede andar tranquilamente sin que nadie te tire arena encima al pasar o tomar algo en el puerto con más tranquilidad. El único problema es que el agua está fría. ¡Sólo se atreven los más valientes! En fin, dejo de divagar y os cuento un poco este lugar que visité recientemente y que, además, gustará a los que hayan escogido la segunda opción: los que prefieren playa y montaña. Cerca de Tarragona se encuentra la localidad de Tamarit (famosa por su castillo restaurado y convertido en un lugar muy adecuado para celebrar bodas u otro tipo de acontecimientos en grupo) y de Altafulla. Pues entre estas dos ciudades está el Espai Natural de la desembocadura del riu Gaià i de la platja natural de Tamarit, un lugar protegido y no urbanizado que crece alrededor de la desembocadura del río Gaià. ¡Suerte que consiguieron proteger este espacio! Si no, hoy en día sólo habría apartamentos de lujo, más campings y hoteles. Para conocer este entorno, basta con hacer un poco de búsqueda en internet para ubicarse y trazar un itinerario. Pero si queréis hacer una visita más interactiva, entonces contactad con el Hort de la Sínia, una finca agroecológica ubicada en este espacio natural que también se dedica a hacer visitas guiadas. Nosotras aprovechamos la visita gratuita que hicieron la semana pasada y nos encantó. ¿Me acompañáis a través de mis fotografías para conocer un poco más el entorno natural de Tamarit?


La ruta se inicia en el Club Marítim de Altafulla. Desde allí, empezamos a caminar hacia Tamarit, que se conoce bien por su castillo, como podéis ver al fondo de la segunda fotografía. También se puede apreciar ya el contraste del entorno: la playa y el bosque.


Si miramos hacia la derecha mientras paseamos por la playa, nos encontramos con campos de trigo. Sí, ¡justo al lado de la arena! Al fondo se ve la ciudad de Altafulla y su castillo, que data del siglo XI.


Aquí tenemos la desembocadura del río. Y es muy curiosa, porque no desemboca en el mar, queda estancada. En este caso, la playa ganó terreno y el agua se cubrió con arena artificial. De todas maneras, este rincón es precioso y está poblado de pequeños peces. Justo al lado veréis un cartel que os indica una de las rutas posibles. Tomadlo y os adentraréis en un camino lleno de árboles.










¿Os ha gustado el camino? Los fines de semana está bastante concurrido (en verano lo estará muchísimo más), pero seguro que si vais entre semana lo encontraréis más tranquilo. Justo cuando termina este camino se encuentra el Hort de la Sínia. La visita guiada incluye un pequeño recorrido por esta finca y si vais con niños... ¡se lo pasarán genial! Incluso yo disfruté dando de comer a las gallinas. Porque sí, te enseñan el corral que tienen, las tortugas, las abejas... Es un lugar comprometido con el medio ambiente, un centro de educación ambiental para escuelas y un proyecto agroecológico participativo, con huertos familiares. Tiene rincones muy bonitos, como veréis a continuación, para descansar e inspirarse. ¡Hasta la próxima!
















Ubicación geográfica

Visita: 31/05/2015
* Todas las fotografías han sido tomadas por mí. Si quieres reproducir alguna de ellas, por favor, contacta conmigo a través del formulario de contacto. ¡Gracias!