Caminar con la cabeza bien alta, hipnotizado por tu locura y no por la de otros.
Atreverse sabiendo que puedes fallar, y al mismo tiempo consciente de que si no lo intentas ya te has fallado. Sumergirse en una espiral de sueños, motivaciones y esperanzas que nadie ve excepto tú.Adentrarse en la jungla siendo tu voluntad tu machete entre los dientes.Siendo el fuego de tu interior el que prenda tu vida. Y avanzar, avanzar sin pararte ni un segundo a mirar lo lejos que has llegado.Hasta que llegue el día en el que ni tus éxitos ni tus fracasos se atrevan a entrometerse en la paz interior del que sabe que lo dio todo.
Sólo por disfrutar de ese día merece la pena intentarlo.