-. Hooola, buenas tardes, le traigo estas recetas que me dio el especialista esta mañana, en la farmacia me dicen que están mal hechas, que les falta un número. -. Sí, ya veo, al especialista se le olvidó añadir su número de CIP Autonómico... Es este que figura aquí, en su Tarjeta Sanitaria... -. Ah, sí... -. ¿Y no cree Ud. que es él, ese especialista, quien debería añadirlo?... ¿Por qué viene Ud. hasta su médico de cabecera para que corrija un error que no es suyo? -. ¿¡Como voy a ir al especialista!?... ¡Qué cosas tiene Ud.!... -. Piense que su especialista seguirá cometiendo el mismo error cada vez que extienda una receta, puesto que ustedes no le informan del mismo. -. No se preocupe Doctor, que si es por eso, yo se lo digo cuando vuelva a verlo, en la próxima revisión. -. No parece consolarme mucho el saber que Ud. se lo hará saber dentro de seis meses, para entonces ya me dolerán las manos de enmendar entuertos... ¿Y la farmacia qué le ha dicho?... Porque tienen aquí el número, en la tarjeta sanitaria, sólo tenían que copiarlo ellos. -. Me han dicho que ellos no pueden añadirlo. -. O sea, que tenemos que ser nosotros, los médicos de Atención Primaria, sí o sí... No hacemos la receta, tampoco la dispensamos, ni obtenemos el beneficio de la venta del producto, pero son nuestras consultas las que digieren el peso de estos lapsus...
-. La verdad es que tiene Ud. razón...
-. No es muy justo el reparto ¿verdad?... En fin, tenga sus recetas corregidas, buen hombre... ¡y con ellas una buena tarde!.
Podrían entenderse cosas bien distintas, según el prisma desde el cual se quiera leer este post...:
1.- El optimista: que los médicos de AP somos más cercanos.
2.- El pesimista: o que somos el "culo del sistema".
Elija cada cual la opción que más se acerque a su modo de sentir.