Una boda va unida a la despedida y esa sí que es una celebración a la que le tengo ganas.
Si pienso en lo que sería una despedida que encajase conmigo, me la imagino en un ambiente relajado, sin postureo ni etiquetas, con comida y bebida exquisitas y acompañada de mis mejores amigos.
¿Qué tal una despedida temática de aire marroquí? Sería perfecta: decoración étnica de lo más relajada, luces de velas en grandes farolillos, puffs para sentarse por el suelo, flores por todas partes, una vajilla divertida y colorida... ¡Y todo al aire libre!
¿Quién no disfrutaría en una fiesta como ésta?Las fotos al completo las tenéis aquí.Creo que hasta la próxima semana no nos leeremos, aún quedan algunos preparativos ;)