Hay unos compis de Irene que no celebran Halloween por sus creencias religiosas, así que para ellos hice el dulcero con un espantapájaros.
También hicimos, como no, unas calabacitas.
Unos Frankensteins muy divertidos.
Unos esqueletos.
Murciélagos...
Y fantasmitas.
Y Evelyn, también llevo para los compis de su guarde unos detallitos.
Una rica galleta decorada con unas monstruosas calabacitas de fondant.
Mis hijas disfrutaron mucho mientras preparamos estos regalitos y entregándoselos a sus compañeros de clase. Así que, todo el esfuerzo, mereció la pena.
Buen Lunes de puente.