Detectada una misteriosa transmisión en una distante galaxia

Publicado el 15 febrero 2020 por Astronomy

Investigadores canadienses han anunciado en la revista Nature que han descubierto una potente señal de radio, que emanaba de una galaxia distante, unos 500 millones de años luz de nosotros, en ráfagas cada 16 días. Esto puede ser debido a lo que se denomina FRB, o “ráfagas rápidas de radio”, que pueden ser generadas por estrellas de neutrones llamadas magnetares o por otro fenómeno natural aun no descubierto, incluso y esto puede sonar a ciencia ficción, aunque algún astrofísico ha propuesto que la señal de radio proviene de una civilización extraterrestre…

Galaxia anfitriona de FRB 180916 (centro) adquirida con el telescopio Gemini-North de ocho metros del Laboratorio OIR de NSF en Maunakea, Hawai. El punto de origen ha sido marcado en verde. Créditos: Observatorio Géminis / Laboratorio de Investigación de Astronomía Infrarroja Óptica de NSF / AUR

Las ráfagas de radio rápidas son breves, brillantes y producen destellos de radio extragalácticos. Su origen físico sigue siendo desconocido, pero se han postulado docenas de posibles modelos. Algunas fuentes de FRB exhiben ráfagas repetidas. Aunque se han descubierto más de cien fuentes de FRB, solo cuatro se han localizado y asociado con una galaxia anfitriona y se sabe que solo una de estas cuatro emite FRB repetidos. Las propiedades de las galaxias anfitrionas y los entornos locales de los FRB podrían proporcionar pistas importantes sobre sus orígenes físicos.

Las transmisiones parecen provenir de una galaxia distante del tamaño de nuestra propia Vía Láctea. Los astrónomos localizaron los orígenes de una explosión única de ondas de radio cósmicas en el espacio por primera vez el año pasado. La tecnología utilizada en el descubrimiento fue el radiotelescopio australiano Array Pathfinder (ASKAP).

Otras posibles señales del espacio:

Pero hemos recibido otras señales del espacio bastantes misteriosas y que a día de hoy siguen sin resolverse:

Una es la  famosa señal “Wow!” una intensa señal de radio detectada con el extinto radiotelescopio Big Eart, de la Universidad Estatal de Ohio. Lo que detectaba lo imprimía en papel continuo, y en el año 1977 captó durante 1 minuto una señal muy estrecha de banda, justo en la zona de emisión del hidrógeno neutro (21cm). Como era tan intensa, alguien (un becario) apunto en el margen del papel Wow! lo que la bautizó con ese nombre.

Sabemos que proviene de algún punto muy lejano en dirección de la constelación de Sagitario (y no había ningún planeta en aquel momento en esa dirección). Pero nunca más se volvió a repetir, por lo que permanece por explicar y continua el misterio: 
La otra, SHGb02+14A la encontró el software SETI@home a partir de datos del impresionante radiotelescopio de Arecibo. En 2003, SETI@home había encontrado unas 200 señales detectadas 2 veces en la misma parte del cielo. Así que se apuntó de nuevo el radiotelescopio a esos mismos sitios para ver si las señales seguían ahí o había sido coincidencia. Pero al terminar, todas desaparecieron… excepto una: SHGb02+14A, una señal tremendamente débil de banda estrecha, en la zona del hidrógeno neutro y localizada en un punto entre Aries y Piscis donde no hay absolutamente ninguna estrella en la dirección de la señal en 1000 años luz. No encaja con ningún objeto astronómico conocido y aun no se sabe qué la puede haber causado. Su longitud de onda oscila curiosamente justo de la forma en que uno esperaría si la fuente estuviera orbitando alrededor de algo… con un periodo orbital de sólo nueve días…¿quizás sea un satélite artificial alrededor de un planeta emitiendo información?….

Seguiremos buscando…