Día 1. Empecé a escribir en el colectivo y por eso escribí un testamento

Publicado el 26 febrero 2014 por Mygarbagestyle

Cuando me subí al colectivo para ir a La Rural, empecé a ver BAFweek en diferentes lugares. BAFweek en los carteles, BAFweek en las personas arregladas, BAFweek en mis nervios, y por sobre todo BAFweek en los hombres bien vestidos por la calle, que sin duda iban al encuentro de sus colegas otros hombres-bien-vestidos.
Cuando llegué me costó ponerme la credencial de prensa en el cuello, así que la mostré en la entrada y después de un rato y mucha insistencia por parte de mis amigos me la puse. Debo admitir que un poco especial me sentí. Para los afortunados que hayan ido a Disney, el pase de prensa vendría a ser como una especie de fast pass.
Desde que fui por primera vez al Buenos Aires Fashion Week, al rededor de unos cuatro años atrás, siempre me sentí intimidada por los demás. Ésta vez no, o al menos no tanto. No tendré tu placard o tus zapatos de dos mil pesos, pero tengo el pase de prensa y entro gratis, biatch.
Se podría decir, sencillamente, que el BAFweek es un evento para una cierta elite argentina, pero abierto para todos los que no pertenecemos a ella. Y si no perteneces, o no tenes un pase especial, it pretty much sucks. (En realidad it pretty much sucks si sos cualquier ser humano no famoso.)
Sin duda una de mis cosas favoritas siempre que voy a este evento, es ver a las mujeres con tacos altísimos, en los que no saben caminar. Te prometo que te ves más linda si estás cómoda y no caminas como si te hubieses paspado, pero allá tú. Son un chowww.
Creo que éste espectáculo es ideal para las amantes del chisme, esas que les encanta criticar lo que usan las demás (me hallo culpable, aunque estoy orgullosa de decir que hoy no lo hice), pero sobre todo para enamorarse. Enamorarse en lo que tardas en parpadear, en una mirada para abajo, enamorarse platónicamente, de todas esas prendas que ves en las demás y que nunca en tu vida vas a tener. Yyyyyyyyyy también de los novios de las muchachas super cancheras y diosas que te hacen preguntarte qué carajo estás haciendo ahí con una camisa que te salió cinco pesos en una feria americana de Villa Urquiza. Pero es lo que hay.
Ahora es momento de hacer una confesión de la que me siento sumamente avergonzada: Me perdí el desfile de Amores.
Fui hoy al BAFWeek -casi- exclusivamente para verlo, y de hecho llegué menos de una hora antes de que comenzara, con el tiempo justo, pero entre tanta gente y mi pelotudez extrema, me puse en la cola del desfile de Kosiuko convencida de que era para el otro. Así estuve más de una hora y media hasta que me enteré que ciertamente ese no era el desfile para el que yo creía que estaba esperando, pero ya estábamos ahí y no nos íbamos a ir sin entrar a algún desfile así que nos quedamos esperando hasta que empezara ese.
La espera no hubiera sido posible sin el algodón de azúcar GRATIS de Paseo Alcorta, para el que tuve que salir de la cola y sumergirme nuevamente en otra interminable cola. Pero les juro que valió la pena. (Mentira, solo para ser positiva.) (Éste párrafo parece publicidad pero prometo que no lo es).
Al entrar al desfile, nos sentamos en una de las gradas junto a los demás mortales, y le dije a mi amigo que se arriesgue y vaya a donde estaban todos los fotógrafos a sacar fotos. Lo hizo, y sacó unas fotos increíbles. (También gracias a él voy a mostrarles un poco de streetsyle más adelante, ahora quiero aburrirlos con mis palabras, my bad.)
El ambiente de los desfiles de moda es abrumante. Muy ruidoso y frío, muy grande, pero hermoso. Sin duda es un espectáculo para ver más allá de la ropa que estén desfilando, porque es una locura. Claro que si no hubiese tenido que esperar dos horas parada para entrar hubiese sido mejor.
Y acá se estarán preguntando qué carajo hice esperando si tenía la acreditación y la respuesta es: mis amigos no.
Volviendo al tema desfile, las primeras filas estaban, como siempre, llenas de gente importante, o famosa, o famosa e importante, o simplemente gente con acomodo. Mi no-mirar-televisión me dejó reconocer solo algunas caras, pero estaban todos re churros.
Me gustó mucho el desfile de Kosiuko y hasta debo admitir que algunas prendas también. Entre las modelos vi a Naomi Preizler, por la que tengo infinita admiración, y estaba preciosa.
La musicalización me pareció excelente, así que aplausos a los musicalizadores.
Mientras miraba a las modelos me surgió una pregunta, y es ¿Por qué las modelos no sonríen? Si alguien tiene la respuesta, siéntase libre de responderme.
Como me dijo hoy Luci, "es mucho cholulaje". Y tiene toda la razón, pero si hay algo que nos mantiene yendo (al menos a mi) al BAFWEEK, son los outfits de la gente que asiste. Lo ++++++++++++++.
Mañana estaré ahí de nuevo para ver algunos desfiles y  recorrer los diferentes stands. Perdón por escribir exhaustivamente pero confieso que empecé en el colectivo de vuelta a mi casa en un cuaderno y necesitaba decir todo lo que dije.