Día 20 – La canción olvidada

Por Ipiera68 @Iciar_Piera

Terminamos la 3ª semana de este Calendario de Adviento y lo hacemos con una de mis secciones favoritas de Un Curso de Milagros: La canción olvidada. Una preciosa metáfora de esa melodía olvidada que nuestro corazón reconoce cuando la escucha, el recuerdo del Amor. Hoy recordamos esa canción olvidada y lo hacemos por todos, al reconocer que todos somos notas imprescindibles para que esa melodía suene afinada. <3

"Escucha ... tal vez puedas captar un leve atisbo de un estado inmemorial que no has olvidado del todo; tal vez sea un poco nebuloso, mas no te es totalmente desconocido: como una can­ción cuyo título olvidaste hace mucho tiempo, así como las cir­cunstancias en las que la oíste. No puedes acordarte de toda la canción, sino sólo de algunas notas de la melodía, y no puedes asociarla con ninguna persona o lugar, ni con nada en particular. Pero esas pocas notas te bastan para recordar cuán bella era la canción, cuán maravilloso el paraje donde la escuchaste y cuánto amor sentiste por los que allí estaban escuchándola contigo.

Las notas no son nada. Sin embargo, las has conservado, no por ellas mismas, sino con un dulce recordatorio de lo que te haría llorar si recordases cuán querido era para ti. Podrías acor­darte, pero tienes miedo, pues crees que perderías el mundo que desde entonces has aprendido a conocer. Sin embargo, sabes que nada en este mundo es ni la sombra de aquello que tanto amaste. Escucha y mira a ver si te acuerdas de una canción muy vieja que sabías hace mucho tiempo y que te era más preciada que cualquier otra melodía que te hayas enseñado a ti mismo desde entonces.

Más allá del cuerpo, del sol y de las estrellas, más allá de todo lo que ves, y, sin embargo, en cierta forma familiar para ti, hay un arco de luz dorada que al contemplarlo se extiende hasta vol­verse un círculo enorme y luminoso. El círculo se llena de luz ante tus ojos. Sus bordes desaparecen, y lo que había dentro deja de estar contenido. La luz se expande y envuelve todo, exten­diéndose hasta el infinito y brillando eternamente sin interrupciones ni límites de ninguna clase. Dentro de ella todo está unido en una continuidad perfecta. Es imposible imaginar que pueda haber algo que no esté dentro de ella, pues no hay lugar del que esta luz esté ausente.

Ésta es la visión del Hijo de Dios, a quien conoces bien. He aquí lo que ve el que conoce a su Padre. He aquí el recuerdo de lo que eres: una parte de ello que contiene todo ello dentro de sí, y que está tan inequívocamente unida a todo como todo está unido en ti. Acepta la visión que te puede mostrar esto y no el cuerpo. Te sabes esa vieja canción, y te la sabes muy bien. Nada te será jamás tan querido como este himno inmemorial de amor que el Hijo de Dios todavía le canta a su Padre.

Y ahora los ciegos pueden ver, pues esa misma canción que entonan en honor de su Creador los alaba a ellos también. La ceguera que inventaron no podrá resistir el vibrante recuerdo de esta canción. Y contemplarán la visión del Hijo de Dios, al recor­dar quién es aquel al que cantan. ¿Qué es un milagro, sino este recordar?, ¿Y hay alguien en quien no se encuentre esta memo­ria? La luz en uno despierta la luz en los demás. Y cuando la ves en tu hermano, la recuerdas por todos."

~T.21.1-6 (Un Curso de Milagros)

Cuando pienso en Dios, escucho una canción. Es una canción que me conmueve. Tiene una melodía y tiene forma. Tiene cierto ritmo. Y la gente ha escuchado la canción por miles y miles de años en todos los continentes, culturas y tiempos. La gente ha oído la canción y le parece cautivadora, y querían escuchar más. Siempre ha habido gente que dice que no es una canción y que niega la música, pero la canción sigue tocando. Y Jesús vino a a mostrarnos como vivir a ritmo con la canción.

La canción toca a nuestro alrededor todo el tiempo. La canción toca en todos lados. Está escrita en nuestros corazones, y todos tocan la canción. La cuestión no es si tocas una canción. La cuestión es, ¿estás afinado?

Que vean que la canción está escrita en tu corazón.

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