Y si suelo hablar de belleza desde luego mis Islas son el mejor ejemplo.
Antes que nada sé que a much@s les extraña que hablemos con la segunda persona del plural (con el ustedes). No es porque estemos enfadados, ni nada por el estilo, ni que querramos tratar de usted a todo el mundo sino porque forma parte de nuestra idiosincracia.Ahora, déjenme que les comparta un poquito de nuestra tierra:
En Lanzarote, que es mi isla y donde resido habitualmente y en Fuerteventura, que la tengo al ladito, nos podemos encontrar paisajes tan maravillosos como estos:
Díganme si no es para estar orgullosa de este pedacito de Atlántico.