Dialoguemos bien

Publicado el 20 octubre 2011 por Vwollstein

 …aquí ocho consejos sobre diálogo.

No me da la vida para escribir tantos posts, sobre todo ahora que hay que estudiar y medio trabajar. Así que después de valorar he decidido que la cosa queda así: lunes, un artículo del domador; jueves, un artículo mío; y sábado, una Inspiracción. Después de esta aclaración… al tajo:

1/ Minimalismo. No pongas mogollón de ornamentos barrocos en tu diálogo. Es casi mejor poner “dijo” o “preguntó” un 90% de las veces que poner “susurró”, “interpretó”, “sugirió”. A parte de esto, los adverbios en -mente quedan prohibidos.

2/ Utilízalo para ubicar. Si quieres que tu historia se mueva más rápido, utilizas diálogo, porque suele leerse de forma más dinámica, así que da la sensación de que el ritmo es ligerito. Si quisieras por el contrario ralentizar el asunto, entonces dejarías enl diálogo a un lado. A todo esto, por favor, si quieres un ritmo rápido no metas diálogo sin más: debe tener un sentido acorde a la trama.

3/ La forma determina la rapidez. Si el personaje está en una situación de extrema acción (por ejemplo, un incendio del que tiene que huir), seguramente no se detendrá a explicar porqué esta huyendo, como mucho dirá frases cortas a sus compañeros para meterles prisa. Para crear tensión: escribe frases de diálogo cortas y directas. Para crear misterio: entonces utilizarás frases más largas con razonamientos más enrevesados (sin pasasrse).

5/ Mostrar a través de contar. Ya hemos hablado en otras ocasiones que es mejor mostrar que contar. Sin cambiar está máxima literaria, podríamos decir que el diálogo es mostrar a través de lo que nuestros personajes cuentan. El truco de esto es no ser demasiado obvios de la información que estamos dando que el lector es muy listo.

6/ Depende del personaje. Cada personaje, dependiendo de su edad, cultura, sexo, intereses, trabajo, tipo de infancia… tendrá una manera de hablar diferente y que debe reflejarse. Pero, por favor, por favor, por favor, mucho cuidado con escribir de tal manera que al lector le resulte incómodo o aburrido, es un gran peligro. El mejor test para esto es dar a leer nuestra obra a alguien poco habituado a leer, conocer sus impresiones nos ayudará a calificar nuestra obra.

7/ No es un partido de ping-pong (o como dice un amigo, de tenis de mesa). Los personajes no suelen hablar cara a cara dejándose turnos para hablar. Los personajes son como las personas no como robots. Pueden ser egoístas y querer ser escuchados a toda costa, o quizá se interrumpan unos a otros, o puede que un personaje termine la frase de otro… En fin, como la vida misma.

8/ El mayor crimen de la humanidad es escribir diálogos aburridos y que no aportan nada a la trama. El diálogo debe ser fácil de leer. Es parte de su naturaleza intrínseca. Insisto en esto porque justo ahora acabo de terminar un libro con unos diálogos pésimos. Me hacían querer tirar el libro a la cabeza de su autor. Ya lo he dicho más veces, pero lo repito rapidito: ¿cómo saber qué diálogo sobra? Respuestas a) lo que no es necesario, y b) lo que no es interesante.

¿Añadirías algún punto más por aquí?