En el momento que vamos a colocar cualquier edificación sobre un terreno debemos de saber cuales van a ser las reacciones que vamos a provocar. Imagínate que estás en un solar entre medianeras. En el momento en el que apoyas tu edificio pegado a las edificaciones próximas vas a provocarles, casi con seguridad, asientos en su cimentación, y por tanto posibles grietas, etc.
Si quires profundizar más y realizar cursos de minería o geología, estudios geotécnicos, cálculo de asientos, etc presta atención a este artículo. Te hablaremos sobre los vicios del suelo y de tu responsabilidad como técnico o constructor sobre lo que sucede bajo nuestros pies.
¿Porqué tengo que hacer un estudio geotécnico?
Hay una respuesta corta y una larga. La versión corta es «porque es obligatorio y porque ahorra dinero» , dos razones de peso. Pero para poder profundizar más me voy a explicar, basándome en situaciones reales de los proyectos que han pasado por nuestro estudio. A continuación te muestro un gráfico real, una sección que muestra la composición de un terreno.
En la sección se puede ver claramente la capa de tierra vegetal, con un espesor próximo a 1 m. Si vemos el terreno exclusivamente desde la superficie sin hacer catas o prospecciones difícilmente sabremos donde está el terreno firme. En este caso puedes ver que hasta los 10 m desde la superficie el terreno tiene una composición con una compacidad media (con una tensión admisible próxima a 1kp/cm2, baja) y por tanto debemos de tener cuidado con el dimensionamiento de la cimentación para evitar asientos de la vivienda o del edificio.
El estudio geotécnico y el culpable de los vicios del suelo
El arquitecto tiene la obligación de conocer las características del terreno sobre el que se ejecutará la edificación; dicha obligación se ha recogido en diferentes normas, como las que se especifican a continuación.
El art. 1 del Decreto 462/1971, de 11 de marzo, sobre redacción de proyectos y dirección de obras de edificación, señala que en los proyectos de obras de edificación se hará constar una exposición detallada de las características del terreno y de las hipótesis en las que se basa el cálculo de la cimentación de los edificios y, a estos efectos, el técnico encargado de la redacción del proyecto podrá exigir previamente, cuando lo considere necesario, un estudio del suelo y del subsuelo que, formulado por un técnico competente, deberá ser aportado por el propietario o promotor.
Igualmente, el Real Decreto 1247/2008, de 18 de julio, que aprueba la Instrucción de Hormigón Estructural exige que todo proyecto incluido en el ámbito de aplicación de este Real Decreto, comprenda un estudio geotécnico de los terrenos sobre los que la obra se va a ejecutar, salvo cuando resulte incompatible con la naturaleza de la obra.
El documento definidor de la obra ha de incluirse la habilidad del suelo en cuanto resulta decisiva para poder levantar una construcción lo más segura, viniendo por tanto a determinar y justificar la edificación en sus aspectos básicos, así como las propias características – extraído de una sentencia del Tribunal Supremo de 15 de julio de 2000.
¿Por qué ahorra dinero un estudio geotécnico?
En el momento que ahorra tiempo. Cuando sabemos con seguridad cómo es el terreno podemos proyectar con un mayor realismo. De nada sirve un proyecto de edificación si no conocemos la viabilidad de intervenir en un determinado tipo de suelo.
Imagínate que descubres que resulta más económico tener un sótano que construir directamente apoyado contra el terreno, y que además la vivienda estará más ventilada y firme…
Como técnico me parece justificable la realización de diferentes catas en el terreno antes de definirlo, incluso a nivel de proyecto básico, bien sea realizando prospecciones o calicatas a cielo abierto, siendo ideal la búsqueda de agua en el terreno.