La ansiedad se manifiesta en ocasiones como excesiva preocupación referida a tareas a realizar o situaciones de la vida cotidiana. En esta época del año, por ejemplo, lo manifiestan muchos estudiantes de cara al final del curso escolar. Y cada vez aparecen más niños en edades tempranas en los que aparecen síntomas físicos, dolores estomacales, diarreas, problemas con la alimentación que no son sino maneras de decir su dificultad para enfrentar los exámenes, las evaluaciones. La sensación de no poder “con todo”, cuando nunca es “todo” lo que está en juego. En estos casos no se reconoce lo exagerado de las preocupaciones. Se dificulta el diálogo con los familiares del entorno: si hasta ahora has podido con el curso, por ejemplo, ¿por qué no vas a poder ahora? Muchas veces aparece irritación, la persona está muy sensible, cualquier comentario lo interpreta en términos de: lo que me dicen es que no voy a poder, o en clave amorosa: si no lo consigo, es que soy tonta, o tonto.Leer más:http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=2134797550528208212#editor/target=post;postID=3841667928151851319;onPublishedMenu=template;onClosedMenu=template;postNum=56;src=postname