En muchos de los siguientes podemos ver variaciones de tono, aunque sólo se ha utilizado tinta negra, en este caso Quink de Parker. Como hemos explicado en entradas anteriores, es raro que una tinta mantenga su color cuando se diluye. Todas varías mostrando matices y tonos inesperados. Unas veces las tintas negras tienden al morado, otras al rojo, al azul... Un truco que utilizo con frecuencia es tomar color con el pincel de agua en la tapa del tintero. Allí se ha secado la tinta y ya proporciona variaciones más controlables, encontrando matices azulados o cálidos a partir de una misma tinta.
Incluso en el dibujo anterior y en el siguiente únicamente se ha utilizado una tinta. Los tonos cálidos salen al usar lejía aplicada con un pincel fino de fibra artificial, más o menos diluída. Esto debe de ser una herejía, pero hay que probarlo todo.
Las flores del dibujo siguiente se han dibujado, casi en su totalidad, con el brushpen de Pentel, por un trazo caligráfico, pero con más control que con un pincel normal, por muy fino que sea. Siempre conserva una punta afiladísima.Jugando con la humedad, aplicada con pincel de agua, se ha extendido la tinta en algunas zonas, aplicando nuevas líneas y manchas antes de que se seque. Con el pin cel de agua se ha tomado tinta del tajo de otra estilográfica para algunos detalles. Se nota porque el tono varía. El brushpen da un color totalmente negro.