Diccionario de “dating” para el siglo XXI

Por Cristina Lago @CrisMalago

Ahora que entre nosotros abundan términos como ghosting, stalking y otras prácticas propias de estos tiempos de amoríos líquidos, vamos a aprovechar para confeccionar un diccionario inglés/español de las prácticas más comunes – y en ocasiones, desconcertantes – en el mundillo sentimental.

Navegar por la web para seleccionar todas estas prácticas con sus nombres y apellidos, ha sido una tarea tan divertida como ligeramente deprimente. Por una parte, tenemos multitud de mensajes que nos invitan a reforzar nuestra autoestima, a superar la dependencia emocional y a amarnos a nosotros mismos; por otra parte, nos encontramos con prácticas habituales que parecen indicar todo lo contrario. Esta duplicidad refleja simplemente la propia lucha entre paradigmas que vivimos actualmente en todos los ámbitos. La lucha entre crear/consumir, entre cuidar/destruir, entre competir/compartir, que no sólo resulta conflictiva en términos amorosos, sino a un nivel planetario. Si no cuidamos el mundo en el que vivimos, ya sea con nuestros actos, con nuestras palabras o con unos determinados valores, difícilmente habrá una evolución positiva para nosotros. Quizás el descubrimiento más importante de cada persona que empieza a tomar consciencia, es que todo está absolutamente vinculado con lo demás y con los demás: con lo cual la forma en que articulamos nuestras energías afecta a lo que nos rodea y por ende, a nosotros mismos.

Y este cambio de perspectiva empieza por poner el foco en donde más importa. Cada vez me resulta más chocante y paradójica esa fiebre que existe por lo detox y tanta toxicidad normalizada en las propias relaciones humanas. Como mecanismo de compensación por la comida basura que le estamos metiendo al alma, es bastante cuestionable.

Da igual que te meriendes tres ramas de apio diarias o te hagas cien rutinas fitness, si estás todo el día sufriendo o gestionando mal tu vida y tus historias con otras personas, te enfermarás más que comer en el burguer dos veces por semana y no moverte del sofá más que para coger el mando a distancia.

Tras esta reflexión, pasamos a enlistar varios de los términos más comunes que podemos encontrarnos y que últimamente se han amplificado por la proliferación del ligue a través de redes y páginas de contactos.

BENCHING/Hacer un banquillo: Dícese de la práctica que consiste en mantener varias opciones amorosas al mismo tiempo. Si las otras opciones estuvieran informadas de que forman parte del banquillo, sería una práctica más o menos aceptable: no obstante, en la mayoría de las ocasiones y para no perder posibilidades, se hace creer a los banquillos que hay posibilidades de ir a más y que son the one and only, con el consiguiente descalabro posterior. Quien mucho abarca…

BREADCRUMBING/Dar migajas: Vinculada con el benching. Se trata de, como su nombre indica, arrojar migajas de atención a las personas que se tienen como opciones, de modo que dichas personas sigan pendientes del personaje que está haciendo el casting o que simplemente no quiere nada, pero le gusta tener una mascota virtual que le haga carantoñas de vez en cuando.

GHOSTING/Hacer un Houdini: Dícese de cuando alguien sale con otro alguien, pero no le gusta o no le acaba de convencer y en lugar de contárselo al susodicho, desaparece cual conejo en un show de Tamariz. Se ha convertido en algo tan frecuente, que hasta ya tiene entrada en la Wikipedia.

CATFISHING/Hacer un Pequeño Nicolás: Práctica habitual en páginas de contactos. Dícese de aquellas entidades misteriosas que se presentan con una foto falsa, un perfil falso y una conversación dudosa plagada de excusas para no quedar. Ahí te puedes quedar con la duda de si era un casado/a, una señora con agorafobia de Cáceres, un adolescente aburrido, una novia rusa buscando un sugar daddy o una criatura paranormal que está entre nosotros para tratar de entender los rituales de apareamiento humano. Tarea inútil, por cierto. Si a veces no los entendemos ni los humanos…

CUSHIONING/Ser multitarea: práctica un tanto espeluznante, que consiste en que una persona que ya está emparejada, se dedique a buscar otras opciones amorosas por ahí, pero no para poner los cuernos – que casi sería más tranquilizador- sino para tenerlas de plan B, C, D o F por si la relación principal se rompe. Es llevar lo de no saber estar solos al máximo nivel.

LOVE BOMBING/Bombardeo de amor: tipo de seducción muy intensa que se realiza en un corto periodo de tiempo, con el objetivo de que la persona que la reciba no tenga ocasión de darse cuenta de la tara del que tiene delante. Dura poco, porque nadie en su insano juicio aguanta tanto tiempo comportándose como el personaje de una comedia romántica hindú.

CUFFING SEASON/Hibernar: curiosísimo término que define una práctica bastante común: la de buscar pareja durante los meses de otoño/invierno y despacharla convenientemente antes del verano. A buen entendedor…

ZOMBIEING/Revisar agenda: práctica que consiste en dar señales de reaparición después de un ghosting, por lo general sin ponerle demasiado empeño al asunto. Se trata de ir lanzando tanteos a ver quien responde. Con el uso masivo de redes sociales, el zombieing muchas veces consiste en darle likes a publicaciones y poco más. Es como un monumento a la ley del mínimo esfuerzo.

POCKETING/Esconder a tu pareja: práctica que consiste en salir con alguien más o menos con formalidad y tenerlo al margen del resto de tu vida. No presentarlo como pareja, no mezclarlo con amistades, ocultarlo en redes, en definitiva, un ninguneo nivel leyenda.

HAUNTING/Resucitar de entre los muertos: dícese de los regresos intempestivos de ex parejas en los momentos más inesperados, en plan momias egipcias aburridas de sus sarcófagos.

NEGGING/Menospreciar (pero sutilmente): práctica que consiste en disfrazar un insulto de halago (“Me encanta la ropa que llevas, aunque estaría mejor si bajases unos kilitos. Te lo digo por tu bien”). El objetivo es seducir a través de averiarle la autoestima a la otra persona. Quien practica negging evidentemente es alguien a quien no conviene ya no tener como pareja, sino como amigo, familiar o compañero de trabajo. Un peligro.

CURVING/Hacerse el interesante: básicamente, consiste en la práctica de no mostrar demasiado interés por la persona que te interesa. El tira y afloja, un clásico.

OBLIGASWIPING/Otear el mercado: dícese de entrar en redes de contactos buscando no se sabe qué cosa en concreto, para luego darte cuenta de que no quieres estar allí, saliéndote hasta la próxima vez que sientes que te falta algo, entras otra vez, y repites el ciclo. Es como que te sientes moralmente obligado a pasarte por el mercado, pero tras deambular por la oferta disponible, agarras la cartera y te vas sin comprar nada.

CATCH AND RELEASE/Pescar y soltar: dícese de la práctica de buscar apasionadamente conseguir una cita con una persona concreta. Al conseguir dicha cita, se pierde el interés y nunca se llega a concretar nada. ¿Motivo de tal disparate? El enganche que produce la emoción de conseguir determinados objetivos de ligue. Una bobada como un piano, pero hay gente para todo.

ROACHING/Hacerse el sueco: dícese de la práctica que consiste en salir con varias personas, pero sin tener el detalle de informarlas. En caso de que las víctimas se enteren del desaguisado, recibirán frase como “ah, pero no habíamos hablado de que tuviéramos algo en exclusiva”. Dado que el poliamor, de momento, no es una opción mayoritaria (y casi todas las personas van a entender que están conociéndose con un planning monógamo), el roaching es de lo más ruin que existe.

SLOW FADE/ghosting a plazos: dícese de la práctica mediante la cual una persona hace un ghosting, pero muy gradualmente, como para no armar escándalo. El resultado al final es el mismo -desaparición sin explicaciones – pero alargando más la agonía.

Lo que debería preocuparnos más no es que existan personas que practiquen estas bárbaras costumbres, ni el porqué lo hacen. En realidad, lo que debemos preguntarnos, en caso de que sea así, es porqué las toleramos y no sólo las toleramos, sino que aconsejamos a los demás que las justifiquen, que esperen o que no sean tan radicales En el caso de practicarlas nosotros, empecemos a plantarnos para reflexionar el nivel de desubicación donde nos hemos situado, que estamos pretendiendo encontrar el amor mientras tratamos a la gente como si fueran cosas.

Sólo a través de una verdadera reflexión y la capacidad de tomar el mando de nuestras decisiones, pondremos de nuestra parte en un verdadero cambio de paradigma, donde somos nosotros quienes creamos las opciones y los caminos que queremos seguir y generamos la energía entre la que deseamos amar y vivir.