Dicen las jerarquías

Por Tara

DICEN LAS JERARQUÍAS...IX La Tierra, que siempre se os ofreció como una madre que sólo vive para saciar el hambre de los hijos, está casi totalmente contaminada, devastada, y sus heridas están abiertas por el uso inconsciente que vuestra civilización hace de ella; el agua que regó vuestras cosechas, que mitigó vuestra sed y que os curó, ya no puede absorber más los desechos que recibe continuamente;los cielos están oscurecièndose por las densas capas de contaminación;la silenciosa disgregación nuclear difundió en mayor grado la degeneración sobre los cuerpos;y el aire tiene tantos componentes agresivos y fétidos que, muy pronto, ya no tendréis áreas de atmòsfera pura y renovadora. Sabéis que la hora ha llegado y que ya no es posible que dejéis de ver las señales, pues éstas están no sólo ante vuestra puerta sino también invadiendo vuestras casas. Aquellos que mantuvieran la Luz interior encendida y que, en vigilancia, aguardaran la venida de estos tiempos, sabrán que el Reino Interno está próximo. Os estamos hablando a vosotros que venís caminando en esa actitud. Cuando el caos llegue a los cuatro rincones de la Tierra sin excepción de lugar alguno, recogéos en oración y entrega. Sabed que la Sabiduría Divina da a cada individuo lo que éste necesita. No caigáis en la traición de vuestros sentimientos pues, en esos días que están próximos, cada uno tendrá que estar solo, vuelto hacia el núcleo interno del propio ser. Nada sabéis de lo que realmente necesitan los que os rodean. Las pruebas que les son presentadas pertenecen al camino que ellos mismos escogieron. Proseguid en la Fe y en la oración - estas son las llaves que tenéis para reconocer vuestro camino y, en ayuda al planeta, colaborar en el esclarecimiento de vuestros hermanos. Por encima de todo el caos externo veréis el despertar, la inminencia de una vida nueva. De los encuentros internos tendréis el alimento que os mantendrá firmes en vuestra meta. Con cada rellano que vayáis alcanzando, más podréis vislumbrar y mayor será vuestra comprensión de las diferenes energías y de sus cualidades. Veréis que vuestra entrega se amplía en una obediencia que no implica el sentido de obligatoriedad que esta palabra tomó en vuestro medio. Conoceréis la obediencia por una comunión interna con la tarea que os compete, y por un conocimiento interno de los rumbos que habréis de seguir. Si fuerais capaces de alejaros de los conceptos y argumentos cristalizados del intelecto humano no sublimado, podréis ejercer esa obediencia, incluso estando dentro de cuerpos rígidos y obstruídos, como son los que hoy habitáis. La imparcialidad, tan preconizada entre los hombres, es un estado que muy pocos conocen.  Para dar un paso en ese camino, los que inician sus incursiones en el mundo de la trascendencia deben responder a lo que internamente reconocen como verdadero, independientemente de toda resistencia interna. El acceso a esa Energía de la Voluntad está abierto para todos; vosotros la encontraréis en vuestro interior. En aquellos que toman el camino de la Luz, la firmeza crece y se desarrolla a ojos vista. Podéis contar con esa Energía que lo creó todo y que guarda en sí el trazado de los rumbos de todo el Universo. Fuente: El Libro de las Señales, de Trigueirinho