Diciembre

Publicado el 02 diciembre 2014 por P P H H G

Kinfolk


De manera personal diciembre son (posiblemente) mis últimos exámenes, el último día de clase, despedidas y reencuentros. Es un buen mes porque Glo, Rafa, Pieras y A.Veloce nacieron en él.Es la Conjura de los necios, el libro con el que empecé diciembre y Magia a la luz de la luna, la nueva película de Woody Allen que se estrena este viernes. Blue Jasmine, Vicky Cristina Barcelona y Midnight in Paris son tres razones (de manera personal) para ir al cine.

De manera general la Navidad lo ocupa todo. Empezamos acumulando lotería, porque esto no es un anuncio y nadie nos cobrará veintiún euros el día veintidós, compramos turrón con el que endulzar el café de media tarde, regalamos calendarios de Adviento y flores de Pascua, vestimos jerséis gorditos con cuello alto, llenamos la agenda de comidas y cenas, disfrutamos la sobremesa, despilfarramos, nos gusta desenvolver y regalar del mismo modo.
Durante esta época lo perdonamos casi todo, disfrutamos de los amigos y la familia, de las conversaciones alrededor de una mesa, nos quejamos menos, no nos cansamos de dar abrazos de bienvenida, ni del trajín de estaciones; aeropuertos y maletas.Diciembre son postales a ti que vives lejos, coronas de Navidad y luces que nos hacen olvidar el frío, es Bridget Jones, Solo en casa y Love Actually. Ya sabes... "Solo porque es navidad -y en navidad se dice la verdad- que para mi eres perfecta y mi destrozado corazón te amará hasta que estés así"
Posiblemente el mes venga con nieve, con planes para 2015 que nunca haremos, ni dejarás de fumar, ni adelgazarás tres kilos, ni volarás a Amsterdam la próxima primavera. Pero si no hubiera buenas intenciones ya no sería navidad.

En resumen, diciembre son vacaciones e irnos de copas "sin querer" un martes cualquiera sólo porque te echaba de menos. Pasear apuntes de casa a la biblio y de la biblio a los bares. Volver a ganarte al tute como cada Nochevieja, y si no, hacer trampas o impugnar la partida.
Alargar la navidad, arreglarnos de vestido y pintalabios para festejar y despedir el año, olvidarnos un ratillo del móvil, ponernos esa sonrisa boba que todos llevamos, sacar el papel de regalo del altillo, comer más dulces en un mes que en el resto del año, reencontrarnos en los bares por casualidad, anuncios de colonia, hacer balance (habrá segunda parte), chimeneas y películas de antena 3 donde la navidad y el amor siempre triunfan. Porque prefiero la guerra contigo que el invierno sin ti, y esto también es diciembre.