Diebolt casa con Vallois (Jacques con Nadia) y dos tradiciones de la Côte des Blancs, entre los siglos XV y XIX, se unen para nuestro regocijo desde 1978. 11 hectáreas repartidas sobre todo entre Cramant y Cuis (Grand Cru y Premier Cru). En Cramant orientación sur y sureste, en Cuis noroeste y sur, con un subsuelo, siempre, donde domina lo calcáreo. El Blanc de Blancs obtiene su chardonnay, además, de parcelas de Chouilly y de Épernay. Se trata de un ensamblaje de dos añadas distintas, que ha hecho la fermentación alcohólica en depósitos termorregulados. Este champán ha hecho también la maloláctica, y se le nota no poco. Para bien. El "dosage" que se le aplica lleva a este brut hasta los 8 gr/L de azúcar.
Tiene unos aromas elegantes, casi maduros que delatan un momento espléndido para este champán, tras media hora de apertura de la botella (a 10-11ºC, más o menos, para sus 12,5% de alcohol, en este soleado mediodía de mayo), un color de paja fresca (poco agostada) y una burbuja discreta, fina y constante. Huele a frescor, huele a campo húmedo, huele a manzana algo ácida, huele a corteza de limón. Por lo que sé, lleva un año y un par de meses de degüelle y está, ahora mismo, muy bien. Delata un suave mineral de tiza de la de antes (cuando uno se manchaba las manos con ella) y su volumen y aposento en el paladar son bonitos y agradables, grandes y casi esféricos. Tras un buen rato, asoma el posgusto de una suave manzana asada. Puede que no sea un champán muy espectacular pero tiene de todo y muy bien puesto. Sobre los 23 euros (más IVA) anda y lo distribuye en Barcelona ahora mismo Vinialia. Algún día caerá su Fleur de Passion...