Esta tarde se celebra en Sevilla el I Foro Andalud de Salud, organizado por el Consejo Andaluz de Colegios de Médicos (CACM) y la Fundación de Ciencias de la Salud. El doctor Javier de Teresa, presidente del CACM, será el encargado de presentar dicho foro, que “nace para dar contenido al compromiso que ambas corporaciones tienen con la sociedad; para servir de lugar de encuentro, de libertad y de debate independiente y riguroso; y para aportar valor”.
Desde el Foro “se debatirá con rigor sobre cuantas cuestiones sanitarias puedan interesar a la población general, poniéndose a disposición de los participantes un espacio de debate y reflexión con el único fin de avanzar a favor de la salud de la sociedad andaluza”, añade.
Es la primera actividad que hace la Fundación de Ciencias de la Salud con el CACM. Según el profesor Diego Gracia, presidente de la Fundación de Ciencias de la Salud, “uno de los objetivos del Foro Andalud de Salud es que sea itinerante, pasando por las diferentes provincias andaluzas. Queremos acercarnos al público general, por lo que se trata de un acto abierto a la sociedad”, añade. “Es un gran acierto, pues el Consejo debe ser un intermediario más entre los médicos y el público general”. Lo que está claro es que “la sociedad estima mucho el papel del médico, y buena prueba de ello es que en las encuestas periódicas del CIS y del Instituto Nacional de Estadística los médicos quedan en un lugar altísimo, muy por encima de otros roles”. El experto cree que “la ciudadanía estima muchísimo lo que hacen los médicos y el modo en que lo hacen”. Por tanto, “no creo que el prestigio de la medicina esté en cuestión, sino todo lo contrario”. No obstante, sí reconoce que “muchas veces los problemas son tan complejos que no llegan bien a la sociedad”. Aquí, “la labor de intermediación puede ser muy importante”. Los temas a tratar en el Foro estarán relacionados con la medicina, la profesión y la ética.
Durante su conferencia de esta tarde, el profesor Gracia tratará de exponer la importancia que tiene la ética en todos los roles sociales que gestionan valores muy importantes de la sociedad, como es el caso de los médicos, pero también de jueces, políticos, etc. En este contexto, “la medicina se encarga de la salud y la vida de los ciudadanos, un valor clave”, explica. “Esto hace que la ética haya sido una importante preocupación durante toda la tradición médica, desde el juramento hipocrático y los escritos éticos del Corpus Hipocraticum hasta el día de hoy, cuando el espectacular desarrollo de las ciencias biomédicas en los últimos 50 años ha hecho aparecer todo tipo de problemas éticos”. La bioética tiene como función analizar y resolver correctamente esos conflictos, de tal manera que queden satisfechas todas las partes implicadas, tanto profesionales como ciudadanos. “Las profesiones en general, y la médica en particular, no pueden contentarse con menos que la excelencia y, por tanto, no se trata de que se cumpla solamente con los mínimos que establece el derecho, sino de promover los máximos a través de la ética: la mayor diligencia y la excelencia en el ejercicio de la profesión”.