Los problemas de ácido úrico están directamente relacionados con una mala alimentación ya que las purinas que lo producen se encuentran básica y principalmente en lo que comemos.
Es cierto que en el interior de nuestro organismo también aparecen niveles de urea sin ayuda exterior, como por ejemplo tras la muerte de algunas células, sin embargo, en condiciones normales, el 80% de los niveles de ácido úrico se pueden controlar siguiendo determinadas dietas como la dieta que te proponemos para eliminar y combatir el ácido úrico en 2018
El control de lo que comemos, además, no solo ayuda a prevenir problemas relacionados con la hiperuricemia, como puede ser la gota y los cálculos renales. Una dieta baja en ácido úrico permite también combatir dichas dolencias y disminuir los dolores y las incomodidades propias de las mismas. Lo positivo de una alimentación con bajos niveles de urea es que tiene efectos muy rápidos, casi inmediatos, consiguiendo romper los cristales de ácido úrico en poco tiempo, disolviendo las purinas en sangre y depurando los riñones.
Para este tipo de dietas, como para cualquier otra, será necesario de prescindir de una serie de alimentos de los que hablaremos a continuación.Dichos productos tienen una diversas propiedades que son también positivas para el organismo, por lo que su eliminación deberá ser sustituida por otros comestibles que compensen la pérdida y que además presenten bajos niveles de ácido úrico. Es vital, por tanto, estar muy informados sobre los alimentos que ingerimos y sería recomendable acudir a un endocrino para que vigile si nuestra alimentación es equilibrada.En cualquier caso, a continuación presentamos un decálogo de indicaciones y directrices que pueden servir como orientación a la hora de confeccionar una dieta que combata el ácido úrico de forma sana y responsable:
Aquí van los trucos en tu dieta para combatir el ácido úrico en 2018.
- Evitar los ayunos. Este es un error común en aquellos pacientes que sufren de hiperuricemia. Estas personas creen, falsamente, que comiendo menos y perdiendo peso disminuirán a su vez los niveles de ácido úrico en sangre. Sin embargo, la base de cualquier dieta es aumentar el número de comidas y evitar estar muchas horas sin ingerir alimentos. Los ayunos provocan lo contrario a lo que pretendemos, y es que producen cuerpos cetónicos que vuelven la orina más ácida y que compiten con el ácido úrico por ser expulsados del organismo. El resultado, por tanto, es contraproducente puesto que se consigue una permanencia de la urea en sangre, agravando nuestro problema inicial.
- Dieta alta en proteínas y energía para compensar el déficit de propiedades nutricionales de diversos alimentos que eliminaremos y reduciremos en nuestra dieta, como por ejemplo las carnes rojas. Este producto cuenta con altos niveles proteicos, por lo que al descartarlo hemos de sustituirlo por otro de características similares.
- Es obligatorio ser muy estrictos, sobre todo si con nuestra dieta estamos luchando contra un ataque de gota. Los alimentos que vamos a consumir tienen efectos inmediatos pero también dejan de actuar desde el mismo momento en el que los dejamos aparte. Así, si nos saltamos una comida o si nos damos un capricho con algún producto rico en purinas, podría desencadenarse una dolorosa crisis de gota de forma inmediata a pesar de que en los sietes días anteriores hayamos cumplido con creces. Debemos ser persistentes y no desistir si queremos obtener y mantener unos buenos resultados.
- Cuidado con los alimentos contraproducentes. Al iniciar nuestra dieta tenemos dos objetivos clave. El primero de ellos es evitar los productos ricos en purinas. El segundo es favorecer la eliminación del ácido úrico que ya tenemos instalado en nuestra sangre. Esto puede provocar que algunos alimentos que resultan ideales para depurar el organismo, cuenten sin embargo con una alta cantidad de elementos nocivos, o viceversa. Debemos contar con un pensamiento global y tener en cuenta los pros y los contras de cada alimento.
- Beber gran cantidad de agua, para hacer funcionar a nuestros riñones y favorecer su misión de depuración. Como hemos dichos antes, todo aquel producto que limpie el organismo y que no contenga purinas será ideal para conseguir nuestro objetivo. El agua, por tanto, debe ser clave y es importante beber a todas horas, aunque no se tenga sed. De este modo aumentaremos la periodicidad con la que orinamos y estaremos expulsando ácido úrico de forma rápida y sana.
- Cuidado con la cocción y preparación de los alimentos. Las purinas de los alimentos pueden ser eliminadas en gran parte antes de ser consumidas. Cortando ciertos productos en trozos pequeños y cociéndolos con abundante agua conseguiremos que dichos elementos nocivos se disuelvan. Por esta misma razón es recomendable evitar caldos de carne o pescado ya que las purinas habrán pasado al agua.
- Evitar el sobrepeso ya que cuanto más pequeño es nuestro organismo, menos ácido úrico produce por sí mismo y menos cantidad de purinas ingeriremos a través de los alimentos, puesto que reduciremos el tamaño de las raciones.
- Evitar la sal ya que se trata de un producto que hace que nuestro cuerpo retenga líquidos, cuando lo que pretendemos con esta nueva dieta precisamente es eliminarlos para depurar el organismo y expulsar el ácido úrico de la sangre. Es recomendable incluso eliminarla por completo de nuestras comidas ya que existen otros alimentos que pueden cumplir su función y dotar de sabor a los platos que cocinemos, como el vinagre o el limón.
- Renunciar a las bebidas alcohólicas. Por su alto nivel de azúcar, porque deshidratan, porque deterioran las funciones básicas de nuestro organismo, porque anulan las propiedades de otros alimentos… La lista de razones para prescindir del alcohol es interminable, sobre todo para pacientes con problemas serios de ácido úrico. De hecho, recientes estudios demuestran que las personas que beben con asiduidad suelen presentar síntomas de hiperuricemia, cálculos renales y ataques de gota.
- Combinar la dieta con el ejercicio físico. La vida sedentaria es una de las principales causas del aumento del ácido úrico en sangre, por lo que es sumamente recomendable realizar una hora de ejercicio al día. Si además con esta actividad física provocamos la sudoración, los resultados serán doblemente positivos puesto que estaremos eliminando purinas. Es indispensable, eso sí, hidratarse bien antes, durante y después de los ejercicios.
Las purinas que hay en algunos alimentos los convierten en sumamente perjudiciales para personas con problemas de ácido úrico. Los niveles altos de urea en sangre constituyen una grave dolencia que ha de prevenirse y tratarse con medicamentos, ejercicio físico y con una alimentación adecuada, compuesta por productos bajos en purinas