Comparto una obsesión con Hitchcock: Las rubias. En su caso se trataba de la fascinación erótica que las mujeres de cabello claro -que además debían ser elegantes y mostrar una actitud de distante inaccesibilidad- le inspiraban; en el mío esta obsesión tiene más que ver con un cierto sentido de corporativismo. Soy rubia, nací rubia. Y como la gran mayoría de mis iguales, no me puedo sentir más lejos de los tópicos que circulan sobre nosotras, la mayoría dirigidos a arremeter contra nuestra capacidad intelectual.
Sirva este post como homenaje a todas aquellas mujeres que no tienen ni un pelo rubio de tontas; mujeres que pueden presumir de haber multiplicado su éxito a golpe de melena y con lo que tienen debajo de ella. Seguro que algunas de las diez de esta lista hubieran fascinado al mismísimo Alfred Hitchcock.
Sienna Miller, Heidi Klum, Kate Moss, Lara Stone, Diane Kruger, Cameron Diaz, Scarlett Johansson, Claudia Schiffer, Madonna, Kylie Minogue. Más de una ha cambiado en innumerables ocasiones de color de cabello, pero siempre han vuelto al tono que les dio la fama y la gloria. "Soy dura, ambiciosa y sé exactamente lo que quiero. Si eso me convierte en una perra, está bien." Madonna dixit.
¿Con cuál de todas estas rubias te quedas tú? ¿Hasta qué punto crees que el color de su pelo ha influido en su éxito?