Una de las preguntas que más me formulan gira en torno a l diferencia entre Tarot y Oráculos, pues ya os digo que no son lo mismo. Ambos son sistemas simbólicos en esencia y ambos se orientan a la adivinación; las diferencias surgen en la metodología que emplean para alcanzar respuestas.
Las cartas oraculares
Las cartas oraculares se diferencia del Tarot porque no siguen el esquema clásico de 78 cartas divididas en arcanos menores y mayores.
En los oráculos, las cartas responden a las necesidades del autor de la baraja y la temática de ésta, que puede trabajar con unos arquetipos completamente distintos a los del Tarot que se reflejan en las ideas que aparecen en cada carta.
Por eso, en los oráculos no existe un número de cartas definido. Lo importante es que la combinación de estos naipes resulte en una interpretación coherente.
Temáticas de los oráculos
Los oráculos presentan una gran variedad de temáticas que tratan de aproximarse a los gustos del consultante. Los hay inspirados en las tradiciones egipcias, angélicos o irreverentes, con mucha influencia de la cultura pop.
En nuestro caso, solemos escoger las cartas del tarot para los ejercicios de Tarot Vivencial porque responden a un simbolismo profundo con siglos de vigencia. Los oráculos, aunque algunos, como el Lenormand (a medio camino entre la baraja de Tarot y el oráculo), cuentan ya con una tradición igual de amplia, por lo general, la mayoría de oráculos son invenciones recientes, casi prototipos de filosofías concretas.
Esta pequeña diferencia entre tarot y oráculos no impide que los segundos funcionen como herramienta terapéutica y de predicción, así que igualmente los recomendamos para una sesión de tarot vivencial.
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