Poca broma porque van a salir piezas importantes, tipo Barón de Chirel del 95; Gran Reserva 904 del 82 o Viña Soledad del 59. Junto con otros siete vinos muy interesantes, que van a demostrar dos cosas. Una ya la tenemos clara: los riojas envejecen bien y con finura. Otra, quizá, no tanto: ¿cómo influyen los estilos de vinificación, diacrónicamente observados, en la conservación de un vino? Hoy mismo, cuando leáis esto, intentaremos encontrar algunas respuestas. Mi locura no va a terminar aquí. La organización y Doug Frost MW/MS me convencen, además (¿en qué andaría yo esos días...?) para que participe, todavía con Viña Soledad en mi paladar, en una conversación a tres bandas (también con Jenny Siddall) sobre Rioja - Tradition and Innovation at the Frontiers of Flavor, para hablar más bien de los sabores culturales de mi experiencia de años en la Rioja. La idea me pareció muy interesante. Y allá voy a intentar decir algo también.
En pocas palabras: va a sufrir mi querido blog unos días de cierto parón y la actividad en Twitter, Facebook e Instagram va a crecer. Ya sabéis: bajando esta misma página a mano izquierda, tenéis los enlaces por si os apetece seguir la evolución de mi batacazo.