Y no nos referimos a cantidad, que eso está muy feo de preguntar, ¿no creéis? Es una costumbre esa que nos pone de los nervios. ¿A tí qué porras te importa lo que peso? O dicho de otra forma...: ¡que no te pienso decir ni en pintura cuánto peso, corcho! Ya de por sí nos da pudor a nosotras mismas el hecho de subir a la balanza y bajar la mirada hasta descubrir que, tras este período vacacional, la holgazanería ha hecho mella, muy a nuestro pesar, en nuestro cuerpo. ¿No es suficiente? ¿Por qué queréis, con tan malintencionada pregunta, alargar nuestra agonía? ¡Ya está bien de indiscreción, hombre! De momento, preocuparos por ver qué pesan nuestras básculas de cocina, que "de mientras" (como dicen por ahí) nosotras iniciaremos (o no) la dieta.... Y es que con algún kilito de más también podemos ser "decorativas", ¿no? Foto Foto Foto Foto ¿Cómo veis eso de pesar y decorar?