Después de Seda, Crepúsculo, las películas lamentables de la Lohan y un sinfín de fetos bodriales en forma de largometrajes, llega Dirty Dancing, o como mi hermana me obligó a sumirme, una vez más, en una experiencia que a juicio de cualquier ser con un mínimo de sentido del gusto, sólo puede ser calificada de tortura. Así es como empezaba el post original que empecé a escribir hará cosa de una semana (día arriba, día abajo); pero tras revisionar la película un par de veces, ver otras jojoyas bailongas y hacer una reflexión comparativa, me he visto obligado a cambiar mi opinión al respecto y en lugar de ser "Dirty Dancing es EL MAL" se ha convertido en "Dirty Dancing no es buena, pero con un poco de perspectiva, es hasta pasable". Y es que dejando al márgen el reciclaje de escenas, los diálogos absurdos que pueblan el largometraje que en algunos casos llegan a dar auténtica vergüenza ajena (como ejemplo y para que os hagáis una idea, mientras un grupo de ancianos, ancianas y dos o tres jóvenes están bailoteando, la profesora de baile les grita la siguiente frase mítica: "señoras, Dios no las habría dotado con semejantes maracas sino quisiera que las agitaaaaaaran". JOJOJOJO, el humor hecho película, hoygan), que una película apta para todos los públicos sea más erótica que instinto básico, que a la protagonista la llamen prácticamente igual que al cerdito valiente y que la interpretación del elenco en su conjunto sólo pueda tildarse de paupérrima; Dirty Dancing destaca por abordar temas que hoy en día resultan típicamente tópicos como son el aborto, las relaciones entre miembros de distinta clase social, o la liberación de la mujer del estereotipo de mónguer sin conciencia propia cuya única misión en la vida es echarle el lazo al maromo de mejor familia. Además, las coreografías no son tan vistosas ni espectaculares como las de otras películas más recientes de temática similar, pero quitando los meneos pestosos de Baby, en general están bastante bien. Ésto no es bailar, pillinesY hasta aquí pienso comentar, porque la OST está realmente bien, la fotografía no se sale de lo esperado, la película carece, como es lógico, de efectos especiales (aunque un velociraptor bailarín o un unicornio machote le habrían dado un +1.000) y el vestuario es aceptable en su marco. Siento mucho no haber hecho un post más extenso, en especial por el capricano llamado Javier, que lleva esperando desde hace unos días una entrada inmensa con comentarios pormenorizados de cada escena y que me ha recomendado volver a mi estado de odio profundo hacia la película viendo la segunda parte -lo que a corto plazo no voy a hacer, principalmente debido a que para no caer en la subjetividad más pura, me he tragado la trilogía de Step Up, Dance with me y Take the lead-. Para los que busquéis una buena película de baile, os recomiendo West Side Story y Billy Elliot, dos películas recomendables hasta el hartazgo aunque la última aborde la danza como elemento secundario. Uno de los muchos momentos lamentables de la película