Diseños de Achille Castiglioni

Por Jose Peral @Centrolandia

Articulo de www.centrolandia.com/blog/

El diseñador italiano Achille Castiglioni es conocido en su patria, sencillamente, como “el maestro del diseño”. Nada más… y nada menos. Castiglioni (Milán, Italia, 1918-2002) es un arquitecto y diseñador italiano que despuntó por su manejo de la combinación perfecta entre lo estético y lo práctico. En este sentido, a él se debe algo tan difundido como el interruptor de las lamparillas de mesa que son rectangulares.

Precisamente entre los diseños más destacadamente suyos se encuentran numerosas lámparas de diseño (“Snoopy”, “Tubito”, Luminator” o “Arco”, por citar las más demandadas).

Su máximo pico creativo lo experimentó durante las décadas de 1950 y 1960, en los que sus diseños llegaron al ámbito doméstico más cotidiano desarrollando sus conocidas lámparas, sus curiosas sillas (la famosa “Sella”, inspirada en el sillín de una bici o su “mezzadro” cuyo sillín desafía la gravedad) e incluso electrodomésticos (por ejemplo, el aspirador Spalter).

Sus creaciones se han convertido en objeto de deseo y como tal, están presentes en numerosos museos de arte contemporáneo y moderno, como el prestigioso MOMA de la capital británica.

Castiglioni ha sido un referente para muchos diseñadores. Citaremos, por ejemplo, a la española Patricia Urquiola a la que el diseñador y arquitecto dirigió su tesis, en persona.

Práctico y con estilo, a partes iguales

Si observamos las creaciones emblemáticas de Achille Castiglioni llegaremos al convencimiento de que su máxima era diseñar un objeto que fuese tan práctico como bonito. Es decir, perseguía dar forma a un mueble que cumpliera su cometido para el que había sido concebido, que tuviera un estilo propio que la gente recordara, pero nada más añadido que pudiera ser prescindible. Así, por ejemplo, en 1951 creó su lámpara Tubino que, como su nombre indica era eso, un tubo que iluminaba. Nada más. Simple y llanamente eso. E hizo de esa simpleza una obra de arte.

Lo mismo cabe decir de su lámpara Arco, una bella y estricta lámpara dispuesta al final de un cuello que describe y grácil arco. Simple…y perfecto. ¿Para qué añadir más?, todo le sobra, es ideal tal cual es.

O la divertida lámpara Lampadina (1972), consistente en una bombilla dispuesta sobre un pie circular con el cable enrollable en él.

Pero como no sólo de luz vive el hombre, también en mobiliario para otros menesteres ha dejado su huella este fructífero diseñador y arquitecto. Es el caso de la divertida silla-taburete versus sillín de bici Sella (1957), de su librería giratoria que permite ubicar sus brazos como se desee, adaptándose a todas las necesidades (tanto en esquina como desplegada en las 4 direcciones para sostener bandejas, revistas, etc), o de su portamacetas tan original como simple en sus líneas. Por no olvidarnos de la bella, ingeniosa y alegre lámpara Flos Taraxacum 88 (1988) que recuerda a un luminoso diente de león, antes de ser soplado para esparcir sus semillas al aire.