Los datos del proyecto de MSF en Lesotho, en África del Sur, muestran cómo un tratamiento temprano redujo la tasa de mortalidad y hospitalización en pacientes VIH positivos en más de un 60 por ciento. Estados Unidos, el primer país del mundo donante de fondos para el VIH, está aconsejando a los países que limiten el tratamiento a aquellos en la fase más avanzada de la enfermedad. Además de los beneficios médicos y económicos del inicio temprano del tratamiento, los estudios también demuestran que poner el tratamiento a disposición de la comunidad en general constituye una de las formas más efectivas de prevenir que las personas contraigan el VIH. El Fondo Mundial, el principal mecanismo de financiación del tratamiento del VIH, se enfrenta a un importante vacío de financiación. EEUU propone una congelación de fondos para el programa PEPFAR y una disminución de su aportación al Fondo Mundial. Esta misma semana, los medios alemanes reportaron negociaciones de alto nivel para recortar por tres su aportación al Fondo. Austria, el país anfitrión de la Conferencia internacional del sida, no ha aportado ni un solo dólar al Fondo desde 2001. Esta retirada se produce tras una década de avances posibles debido a los medicamentos genéricos asequibles y al compromiso de los países donadores: hay más de 5,2 millones de personas con vida gracias al tratamiento que reciben hoy. Con 1,2 millones de personas empezando el tratamiento en 2009, se ha avanzado mucho y muy rápido. No obstante, hay todavía 10 millones de personas que esperan recibir tratamiento y el clima actual indica un menor compromiso de financiación para el tratamiento de las personas en lista de espera.