Las tres cuartas partes de los niños autistas tienen al menos una condición de salud mental concurrente , incluidos problemas de conducta, ansiedad y depresión. Y casi la mitad tiene al menos dos. Esto es mucho mayor que el de otros niños con necesidades especiales de atención médica , donde la mitad tiene al menos una condición de salud mental y aproximadamente una cuarta parte tiene dos o más pero a menudo no se aborda la atención de la salud mental.
Investigadores del Instituto de Autismo AJ Drexel de la Universidad de Drexel encontraron que lo que se diagnostica a los niños autistas varía según la raza y el origen étnico. La ansiedad es más común en los niños autistas blancos no hispanos (51%) que en los niños de otra raza o etnia. Casi la mitad de los niños autistas blancos y negros tenían TDAH, mientras que solo alrededor de un tercio de los niños de otra raza o los niños hispanos tenían la afección. Y todas las afecciones son menos comunes en los niños hispanos, que tienen menos probabilidades de tener alguna afección de salud mental que los niños no hispanos. Las diferencias en las prácticas de diagnóstico a menudo se atribuyen al sesgo de los médicos, las barreras estructurales y el contexto histórico del racismo en los sistemas de salud y de atención de la salud mental.
Para los niños autistas era más difícil obtener tratamiento o asesoramiento que para sus compañeros, y una quinta parte de los padres de niños autistas informaron que era muy difícil o imposible acceder a los servicios necesarios. El 12% de los padres de niños autistas informaron que su hijo necesitaba atención de salud mental pero no la recibió el año pasado.
El informe también examinó la relación entre la salud mental y la participación comunitaria en los jóvenes autistas. Los jóvenes que necesitan atención de salud mental pero no la reciben tienen menos probabilidades de participar en deportes, trabajo voluntario o trabajo remunerado. Los jóvenes autistas que recibieron toda la atención de salud mental que necesitaban eran los más propensos a participar en esas actividades, incluso más que los jóvenes que no necesitaban ningún tipo de atención de salud mental.
Sin la atención y el manejo adecuados en la atención primaria, las afecciones de salud mental tendrian que tratarse en situaciones crisis. Para los niños autistas en 2017, tres de las razones más comunes de ingreso hospitalario estaban relacionadas con la salud mental, incluidos los trastornos del estado de ánimo (16%); trastornos disruptivos, de control de impulsos y de conducta (4%); y esquizofrenia y otros trastornos psicóticos (2%). Los trastornos del estado de ánimo también fueron el diagnóstico más común en adultos autistas mayores de 18 años (17%), seguidos de la esquizofrenia (9%).
Necesitamos garantizar el acceso a los servicios de salud mental para las personas de todo el espectro del autismo, cuándo, cómo y dónde se necesiten. Los datos de este informe brindan información importante para estructurar las políticas y prácticas para que estos servicios necesarios estén disponibles para las personas autistas. a lo largo de la vida.