La citada investigación concluye que algunos tipos de hormigas y abejas, cuando se sienten enfermas, se autoaíslan para proteger al grupo. En otros casos, son los demás miembros de la colmena y del hormiguero los que evitan a los que presentan algún tipo de patología. Y en algunas especies de abejas se ha observado que los insectos sanos expulsan por la fuerza a los contagiados.
Por otra parte, en algunos hormigueros los científicos observaron que cuando varios de los miembros se había contagiado de un tipo de hongo, los demás insectos sanos no sólo se alejaban del portador del parásito, sino que procuraban mantener la distancia con todos los integrantes de la colonia.
Los investigadores explican que examinar esas dinámicas en distintas especies puede ayudarles a comprender los procesos complejos por los que se propagan las enfermedades y evolucionan los virus en los seres humanos, con el fin de prevenir pandemias como la del coronavirus o, al menos, reducir su impacto.