Soy fan número uno de las botas, porque así llevo los pies calentitos y además, es el tipo de calzado con el que me siento más cómoda.
Por eso me gustan las botas de pelo. Pero lo que les veo es un pequeño defecto: son más sosas que unas lentejas sin sal. Y a eso, había que ponerle remedio.El cambio que le voy a dar, está pensado para la parte superior de la bota. Pero si a ti te apetece cambiar y ponerlo sólo en la parte delantera o trasera o en un lateral, también se puede. Esta es sólo una idea que os puede servir de inspiración.Primero os enseño los pendientes y las botas en su estado original.
Empecé a pegar con la pistola de silicona el lazo rodeando la bota en toda la parte superior.
Después pegué las plumas y la cinta de serraje. Aquí también va al gusto: si no os gustan las plumas o queréis ponerle más os lo dejo a vuestra elección.
Y más tarde desmonte el pendiente (quitándole el ganchito que metemos para colgar de la oreja) y separandole la piedra que colgaba. Entonces fue cuando le di la vuelta.
Y cosemos las arandelas del pendiente uniéndolo a la bota. Si queréis también podéis echar una gotita de silicona para fijarlo mejor.
Os pido perdón por las fotos... estoy momentáneamente sin mi cámara y con el móvil no consigo que me salgan del todo bien.
¿Qué os ha parecido? ¿Os gusta el resultado? A mi me gusta el resultado y además como he reciclado esos pendientes que tenía por casa, me siento doblemente satisfecha. ¡¡Si te ha gustado, sígueme y no te pierdas ningún post!!¡¡Hasta la próxima entrada y un beso enooooormeeeee!!