Sin más dilación vamos a explicar los pasos.
1º- Lo primero que hice fue decapar todo el mueble, extendiendo con pincel una capa de decapante y dejándolo actuar 10 minutos. Después solo tuve que rascar con una paleta hasta retirar todo el barniz.
2º- Seguidamente le di varias manos de pintura hasta cubrir con pintura el mueble, decidí hacerlo en dos tonos para que quedara más original, pero antes le di una mano de azul a todo el mueble para que a la hora de decapar, en la parte superior se mezclaran los dos colores y el tono de la madera.
3º- Después de dejarlo secar bien comencé el proceso de envejecido. Lo primero que tenéis que hacer es coger una lija y pasarla por todas las esquinas y cantos que veáis y luego, poner un poco de decapante un poco al tuntún para que se vea desgastado. Yo decidí ponerlo también alrededor de los pomos (que también sustituí por los originales y que compré en Zara home por 3 euros la pareja) para simular el desgaste al abrir habitualmente los cajones.
4º- Por último le añadí un poco de betún de judea y luego lo retiré con un trapo y disolvente para crear un efecto envejecido. Después lo coloqué en el salón como mesita auxiliar y voilà.
Con estos sencillos pasos conseguí dar un toque completamente diferente a un mueble que no me gustaba y ahora es uno de mis favoritos de la casa, en parte porque lo he hecho yo. El coste total del cambio no ha superado los 9 euros, por lo que todo el mundo puede hacer lo mismo con los muebles de casa.
Así que venga ¿a qué esperáis?