Quería darle un nuevo aspecto y situarla en algún sitio donde tuviera protagonismo. Así que se me ocurrió pintarla y ubicarla en la terraza para poder sentarme a leer ahora que viene el buen tiempo.Como soy nueva en esto de restaurar, me daba un poco de miedete fastidiar la silla, pero finalmente le he metido mano (uyy dicho así suena muy mal) y hoy os quiero enseñar cómo ha sido tanto la elaboración como el resultado.
- Usad guantes (valen los guantes de médico) para manipular tanto el taco de lija como las pinturas.
- A la hora de restaurar tened en cuenta dónde pintáis, si tenéis un trastero, garaje, etc mejor que mejor para no tener que limpiar toda la casa después.
- Ventilad cuando apliquéis la pintura, ya que esta contiene gases nocivos y os puede provocar irritaciones.
Una vez decidido el mueble a restaurar, lo primero que haremos será lijar. Todo mueble que queramos pintar, necesita ser lijado para quitar el barniz que tiene y para que la madera absorba mejor la pintura posterior. Debéis lijar hasta que salte el barniz y se descubra la madera virgen.Para ello, usé este taco de lija que veis a continuación, válido para todas las superficies y muy cómodo de utilizar.
Después, retiramos la cinta de carrocero y nos ponemos a pintar la base de la silla. Yo usé un pincel de brocha fina, para no salirnos y estropear lo anterior.
Al no darle ninguna capa de imprimación es posible que necesite hasta tres capas de pintura. Probad y vais viendo como queda el resultado.
Ya tenemos una silla muy molona, que ahora parece nueva y que a partir de ahora formará parte del nuevo rinconcito chill out de mi terraza.... Ahora leeré al sol mientra me tomo una buena taza de café....A mi me encanta... ¿Y a vosotros?¡Hasta la próxima!