Así que cuando me escribieron los chicos de SelfPackaging para hacer una colaboración para esta fecha señalada, lo tuve claro! Nada mejor que un DIY de los fáciles, resultón y que podéis acabar en pocos minutos. Para los despistados (y todavía no tengan un detalle preparado), o para los que les apetezca hacerse un DIY para quererse a si mismos...
En todo caso, San Valentín, además del rollo comercial que rodea a la fecha, debería ser un día de hacer un mimo. Por eso de que a veces, entre las prisas diarias, se nos olvida lo de cuidar el amor. Y para sacar una sonrisa es suficiente con el detalle... Unos dulces, una tarjeta, un dibujo, unas flores silvestres... No sé... A veces cuesta tan poco... Y ya ni nos esmeramos en regalar bonito, pues eso, que se nota.
Feliz día!
Ya me contaréis si os animáis con el DIY :)
Coralia.