Se que habéis visto mil ejemplos por ahí y seguro que casi tod@s habéis probado ya a hacer algo parecido en platos o en una taza o un bol, pero tenía que hacerlo por mi misma así que aquí va mi propuesta de vajilla personalizada con un extra de sugerencias de personalización, ¿estáis list@s?
Los habituales ya sabéis que mis aventuras en busca de materiales para los DIY suelen ser más bien desventuras, así que no os va a extrañar nada si os digo que, por aquello del verano y los motivos marineros, mi idea inicial era pintar los platos en azul marino, pero cuando fui a comprar los rotuladores no quedaban en ese color así que, de entre los que había, opté por el verde. Visto el resultado - y aunque esté feo que yo lo diga - el supuesto problema fue una auténtica oportunidad ;)
Como siempre, empezamos con los materiales para decorar los platos, que no pueden ser más sencillos:
- Platos blancos
- Rotuladores para pintar en porcelana
Con ambas cosas listas, empezamos con el paso a paso:
Aunque mirando por ahí he visto que mucha gente utiliza diseños bastante elaborados, yo he decidido que para empezar lo mejor era apostar por un diseño sencillo. Para hacerlo, ayudándonos de la tapa de una cazuela dibujamos un círculo más o menos en el medio de la parte exterior del plato (fijaos en las imágenes 1 y 2). Cuando lo tenemos, dibujamos pequeñas uves a los lados de ese círculo (pasos 3 y 4), siempre con cuidado de que nos queden más o menos equidistantes.
Ya veis que es un diseño muy fácil de realizar y, para ser mi primera vez, yo creo que ha quedado bastante bien, ¿no? Ahora que tenemos el primer plato, vamos a por el segundo ;)
Para este segundo plato cambiamos de diseño para que, cuando los pongamos juntos, se cree una especie de juego entre ambos motivos. En este caso, situándonos de nuevo en la parte exterior del plato, remarcamos primero el círculo interior y después le vamos dibujando unos piquitos más o menos equidistantes, como una especie de dientes de sierra un poco tumbados (imágenes 1 y 2). Cuando lo tenemos, repetimos los mismos pasos en el borde exterior del plato.
Y así tenemos listo nuestro segundo plato, ahora es el momento de presentar nuestra vajilla personalizada. Para hacerlo he pensado en algo sencillo y fácil de preparar y, de paso - ya sabéis lo que me gusta aprovecharlo todo - he rescatado algunos materiales que tenía por ahí.
En concreto, los materiales para la presentación son éstos:
- Lazo de papel
- Washi tapes con dos motivos diferentes (preferiblemente combinados, entre sí y con el plato)
- Servilleta(s) de lino
- Cuerda
Y, de nuevo, vamos con el paso a paso:
En primer lugar, marcamos el espacio de cada comensal con washi tape. En mi caso, yo he utilizado dos, uno verde liso y otro blanco con lunares verdes, de los que me sobraron cuando preparé los detalles de la comunión de mi niño. Utilizando un mantel individual como muestra para tomar la medida, encintamos la mesa con el washi tape de color verde liso haciendo un rectángulo, y después repetimos con el de lunares por el interior, pero sólo en los lados izquierdo y derecho del rectángulo. Para que quede más gracioso, dejamos los picos del washi tape cruzándose unos con otros.
En segundo lugar, para los cubiertos, doblamos la servilleta en forma de pico, la enrollamos, y la atamos con una cuerda de la que nos sobró de las pantallas de lámpara y los tiestos coastal. Para darle un toque de color hemos colocado además, un poco de lazo atando la cuerda, también en color verde, y también aprovechado de los detalles de comunión. Por último, metemos los cubiertos dentro de la servilleta ya atada. Y ahora sí, ya lo tenemos todo listo.
Cómo podéis ver, la idea de presentación no puede ser más sencilla, y resulta vistosa y divertida:
Podemos optar por colocar los platos de nuestra vajilla personalizada un poco hacia la izquierda del recuadro y situar los cubiertos al lado derecho...
...o podemos colocar los platos en el centro y situar la servilleta y los cubiertos en el centro sobre nuestra vajilla personalizada.
Antes de terminar, un último consejo sobre la pintura. He empleado rotuladores específicos para pintar sobre porcelana y después de pintarlos he esperado 24 horas a que sequen antes de introducirlos en el horno a 170º durante 30 minutos, siguiendo las instrucciones de uso que incluían. De esta forma, no sólo la pintura se fijará mejor, sino que además, podremos lavar nuestros platos personalizados en el lavavajillas. Supongo que el proceso sea más o menos el mismo con cualquier rotulador de este tipo, sea de la marca que sea, pero como siempre os digo, leed bien las instrucciones y aplicad lo que ponga en cada caso, ¿ok?
¿Qué os ha parecido nuestro DIY? ¿Os apuntáis a personalizar una vajilla para las cenitas del verano?
También vamos a visitar a Marcela y sus findes frugales, te vienes?
**Con este post participo en el"Finde Frugal 134 de Marcela Cavaglieri**
¡¡FELIZ FIN DE SEMANA!!