Doble check a no follar.

Por Saval

Publicado por Álvaro Saval

Un amigo me insiste últimamente en que escriba de cómo el whatsapp nos está jodiendo en la mayoría de relaciones que establecemos. Concretamos en las sexuales-amorosas pero en realidad valdría para cualquier tipo de relación. Yo le digo que no hay mucho que escribir, porque eso ya está escrito hace años. Aquí dejo el link que ya aventuraba lo que ahora se confirma.

No obstante hace 5 años yo aún tenía algo de osadía y confianza en mis posibilidades. Siempre se piensa que la "desgracia" no será tal o que, al menos, no te llegará. Que tú sí que sabrás gestionar tus conversaciones y lo que se presagiaba en ese artículo no te afectará. Incluso, más aún, que ibas a saber utilizarlo y le ibas a sacar cierta rentabilidad. Hoy puedo decir que no es así. Al menos en mi caso y los que conozco a mi alrededor.

En general suscribo lo del artículo pero hay dos detalles en los que sí quiero profundizar. Vamos a ello.

A) Las expectativas. Whatsapp facilita la conversación. Eso hace que puedan pasar dos cosas básicamente. Que fluya o que no fluya. Dirás que es mejor que fluya. Ok, pero si fluye al principio, se establece un nivel de exigencia tal que requiere que siempre tenga que fluir. Es decir que todas las conversaciones que se tengan (y la facilidad hace que se tengan muchas) deben alcanzar ese zenit de una conversación desbordante y llena de ingenio. Puede que las primeras sea fácil pero si no hay avances se va haciendo más complicado. Si no fluye las primeras (que tampoco es tan fácil tener un feeling bestial con alguien que acabas de conocer) las expectativas son al contrario. " Ays, vaya mierda, esto no va bien". Aunque igual con un par de sms y quedando a dar un paseo...

B) La inmediatez. Todo bueno y todo ya. Un amigo en la carrera decía que todo tenía un límite y cuando te pasabas de ahí, volvías al principio. Claro, si quieres todo y lo quieres ya y lo quieres genial y en exclusiva pues...es demasiado y te quedas sin nada. El sms lo podías contestar más o menos cuando te apetecía. Te lo podías pensar. Tengo recuerdo de que escribíamos mensajes en el colegio comentando lo que había que poner, lo que no y las formas. En whatsapp es imposible. Lo leíste, la cagaste, contesta ya maldito cabrón.

La reflexión la hago con carácter general, en mi caso particular soy malo por Whatsapp, Facebook, Tinder, señal de humo y golpes de tambor. Pero ahora tengo Instagram también.