QUIÉN SABE, QUIZÁ HAY QUE CREER EN LA MAGIA DE LA ÚLTIMA NOCHE DEL AÑO… En la boda de Celia y Álvaro uno de los invitados no parece disfrutar del momento… Diego ha vuelto a Tarabán para empezar de nuevo. Viudo y con dos niñas, es demasiado joven para vivir de recuerdos pero su trabajo como veterinario rural y su agotador día a día de padre en solitario no le dejan ni el tiempo ni las ganas de volver a enamorarse. El mismo día del enlace más esperado en el pueblo, tropieza con una rubia agente de la guardia civil con muy malas pulgas y muchas ganas de poner multas, que pondrá su vida del revés. Vanesa es un soplo de aire fresco, desafío y pasión, suave como una mariposa y dura como el acero. El amor llega como un regalo inesperado pero Vanesa ha escogido una profesión de alto riesgo. Diego ya sabe lo que perder a la mujer que amas, y el miedo a tener que pasar de nuevo por lo mismo pondrá las cosas aun más difíciles. Aunque, quién sabe, quizá hay que creer en la magia de la última noche del año…
Ha sido todo un placer el volver a pasear por las calles de Taraban, un pueblo realmente maravilloso que tuve la ocasión de conocer en Bésame y vente conmigo. La verdad es que ha sido una sorpresa muy grata el volverme a encontrar con personajes que conocí en su anterior novela, y de los cuales guardaba muy buenos recuerdos. Aparecen nuevos personajes que se encargaran de tejer una nueva historia de amor, de esas que nos tiene acostumbrados la autora.
Me ha durado un suspiro, como os podéis imaginar la novela se lee rápidamente ya que tan solo cuenta con 105 páginas. Me he visto sumergida de lleno de principio a fin, y he disfrutado con cada una de las ocurrencias con las que nos deleitan los personajes.
Vanesa es el nombre de una mariposa. Uno de los animales más bellos que ha dado la naturaleza. Y a ti te queda perfecto.
Los protagonistas principales son Vanesa y Diego. Un cumulo de cosas son las que encargan de separar las vidas de ambos. Diego esta intentando superar una parte de su vida que para nada ha sido un plato de buen gusto, y en su camino se encuentra con Vanesa una chica que rompe sus esquemas desde el minuto cero, y que para nada se lo pondrá fácil. Ella es policía, vive el día a día, y tiene miedo de enamorarse. Juntos tendran que elegir si seguir, o cada uno tirar por el camino más adecuado.
Quien no arriesga no gana, así que ante todo hay que disfrutar de la vida que son dos días. Son reflexiones que me han enseñado cada uno de los personajes y con las que me quedo sin lugar a dudas.
Una lectura de lo más apetecible en esta época, sin duda os animo a todos a darle una oportunidad a esta historia maravillosa cargada de pasión, locura, risas y mucho amor.