En publicidad, hay veces que es tan malo que una campaña pase totalmente inadvertida como que tenga demasiado éxito. Y si no, que se lo pregunten a Domino's Pizza, que la ha liado parda en Rusia con una promoción que ha funcionado tan bien que han tenido que cancelarla de forma repentina. Una decisión que ha llevado al enfado de cientos de consumidores en el país.
Y es que la cadena de comida rápida lanzó una promoción en la que prometían 100 pizzas al año durante 100 años a todo aquel que se tatuase el logo de la marca en un lugar visible. Aunque la campaña estaba prevista que durara dos meses, tras una semana tuvieron que cancelarla debido al gran número de personas que se habían sumado a la iniciativa. ¿Que cuántas fueron? Pues en los primeros 5 días sumaron más de 300 participantes, una cifra que superaba con creces las expectativas de Domino's.
Así pues, Domino's se vio obligado a cancelar repentinamente la promoción diciendo que solo los primeros 350 tatuajes tendrían premio. Eso sí, tendrían que cumplir las condiciones de la campaña y afirmaron que la empresa comprobaría personalmente que no se hubieran hecho trampas. El problema vino con la gente que se había tatuado pero todavía no había subido su foto y con la gente que no se enteró de la cancelación y siguió adelante con la idea de marcar su cuerpo con el famoso logotipo.
Sea como sea, esta campaña es el claro ejemplo de la expresión "morir de éxito". Lejos de ser una iniciativa divertida de la marca hacia sus fans, ha resultado ser todo lo contrario. Domino's ha recibido multitud de repercusión negativa en Rusia y en el resto del mundo, ya que muchos medios extranjeros se han hecho eco de la noticia. Eso sin contar en el perjuicio económico, que se estima en 14 millones de dólares para la compañía en el país.
Lo cierto es que me llama la atención que una marca de este tipo no tenga previsto que la campaña se les puede ir de las manos y cómo reaccionar. Unas buenas bases legales y unas condiciones del concurso claras son esenciales para evitar marrones como este. Supongo que habrán aprendido la lección para próximas veces.
Sea como sea, os dejo por aquí las fotos de algunos participantes tan fans de la pizza que decidieron marcar su cuerpo para siempre con el logo de la cadena de pizzerías. Y oye, hay varios que molan bastante.