Don Francisco Nicolás

Por Saval

Si hablo de mi vida laboral con alguien siempre me recomienda hacer más contactos (networking lo llaman) y establecer alianzas, relaciones o estrategias que suenan más a conflicto bélico que a la bienintencionada esperanza de ganarme algo de dinero a final de mes. Cualquier persona cercana que me haya soltado en un grupo amplio de gente puede verificar que no hablo, es cierto. No saludo cuando llego a un sitio y no entiendo muy bien esas conversaciones trascendentales sobre cuestiones absurdas.

Digo todo esto porque me alucinan tipos como Francisco Nicolás. Hoy, un presunto delincuente, pero como él pululan alrededor del poder cientos, miles. Tipos (normalmente hombres jóvenes con un buen palique y un toque pijo) cuyo principal mérito es saber manejarse en el mundillo. Entiendo que esto es lo que los liberales denominan “meritocracia”. Entablar relaciones con el poder para entrar en una compleja espiral de intercambio de favores. Evidentemente me cuesta entender ese nivel de sociabilidad pero sí que llego a entender que si Nicolás hacía eso es porque es lo que veía en ese mundo. Que tener contactos políticos o monárquicos le facilitaba “dinamizar negocios” que diría un gran catalán sobre estos vericuetos del mercado y la libre competencia.

Son casos aislados aún afirmará algún idiota negando que es el propio sistema el que coloca arriba determinadas personas y bajo otras. Lo cual posiblemente es una dinámica social habitual, la existencia de ricos se sustenta en una amplia cantidad de pobres. ¿Quién produciría 12 horas en mi empresa por un salario de mierda si tuviese posibilidad de algo mejor?

Nicolás representa la alternativa de la juventud. Le ha salido mal (por ahora) pero igual que él puedes encontrar cientos de asesores en ayuntamientos (busca en twitter), organizadores de eventos o intermediarios. Gente que gana mucho  y trabaja poco. La magia de la libre designación.

Ya sabe, si quiere lo mejor para su hijo, hágase político. Hacerse rico honradamente le costará bastante más.