No es que Dios deje de estar sino que parece que permanece totalmente al margen de lo que nos ocurre sobre todo en ocasiones muy sangrantes, en las que personas que se dicen representantes de El, manipulan y violan la dignidad, el cuerpo y las conciencias de niños y jóvenes. En momentos como ese se consideraría casi normal que Dios mandara un rayo desde el cielo que partiera en dos a quien en su nombre practica el horror. Pero no es así. Tampoco Dios intervino directamente en el Holocausto nazi, ni en las innumerables guerras y genocidios. Ni en tantas cosas sin sentido que ocurren todos los días.Sin embargo esto no es cierto del todo. Podemos leer testimonios de muchas personas que estuvieron en campos de concentración que vivieron el horror pero sostenidos por una fuerza espiritual. En nuestra propia vida tal vez hayamos pasado por épocas en las que Dios haya permanecido callado. Pero a la larga tal vez descubramos la fuerza y el poder que esas experiencias nos han dado. En cierta forma es como cuando un niño empieza a andar y le dejamos solo pero ponemos las manos debajo por si se cae. Dios nos tiene rodeados con sus manos invisibles ya veces, es verdad, que nos pide andar, volar y saltar a un precipicio, nos exige lo infinito porque quiere que crezcamos infinitamente y que nos abramos infinitamente a su Amor.Pero esto no se puede entender mientras estamos sufriendo y nos sentimos tan solos, pero si se puede presentir que El está ahí. Hay personas que tienen que pasar por años de silencio. Es un misterio. Están llamadas a una mayor madurez y a una proximidad mayor. El desengaño producido por el mundo y por los que se dicen mensajeros de Dios les lleva a una búsqueda más intensa y desesperada. Dios está, SIEMPRE.
No es que Dios deje de estar sino que parece que permanece totalmente al margen de lo que nos ocurre sobre todo en ocasiones muy sangrantes, en las que personas que se dicen representantes de El, manipulan y violan la dignidad, el cuerpo y las conciencias de niños y jóvenes. En momentos como ese se consideraría casi normal que Dios mandara un rayo desde el cielo que partiera en dos a quien en su nombre practica el horror. Pero no es así. Tampoco Dios intervino directamente en el Holocausto nazi, ni en las innumerables guerras y genocidios. Ni en tantas cosas sin sentido que ocurren todos los días.Sin embargo esto no es cierto del todo. Podemos leer testimonios de muchas personas que estuvieron en campos de concentración que vivieron el horror pero sostenidos por una fuerza espiritual. En nuestra propia vida tal vez hayamos pasado por épocas en las que Dios haya permanecido callado. Pero a la larga tal vez descubramos la fuerza y el poder que esas experiencias nos han dado. En cierta forma es como cuando un niño empieza a andar y le dejamos solo pero ponemos las manos debajo por si se cae. Dios nos tiene rodeados con sus manos invisibles ya veces, es verdad, que nos pide andar, volar y saltar a un precipicio, nos exige lo infinito porque quiere que crezcamos infinitamente y que nos abramos infinitamente a su Amor.Pero esto no se puede entender mientras estamos sufriendo y nos sentimos tan solos, pero si se puede presentir que El está ahí. Hay personas que tienen que pasar por años de silencio. Es un misterio. Están llamadas a una mayor madurez y a una proximidad mayor. El desengaño producido por el mundo y por los que se dicen mensajeros de Dios les lleva a una búsqueda más intensa y desesperada. Dios está, SIEMPRE.