Recientemente ha sido publicado en la revista Interviú un artículo que me ha puesto los pelos como escarpias. Con el título "Donde la locura es una maldición", se aborda la situación actual de la salud mental en Pakistán. Ojeando las imágenes e ilustraciones que en él se exhiben, me doy cuenta, al igual que Fofito en su spot titulado "El Currículum" que en esta Navidad ha servido para elevar el ánimo de una sociedad sumida en la tristeza por una "crisis" que continúa pareciéndome efímera, cuales han sido nuestros logros en la lucha día a día por conseguir erradicar el "sentir popular" que existe en torno a la enfermedad psiquiátrica. Qué atrás queda el Manicomio Provincial, que nació en 1894 en Tenerife con el nombre de "Depósito de Dementes". Si compañeros, este fue su primera nomenclatura, grotesca y desalmada, pero entendible en la sociedad de ese momento, que concebía todavía "la enfermedad mental como una enfermedad del espíritu". Hoy por hoy, esta concepción es inadmisible. Nuestra lucha esta enfilada hacia la integración del individuo, hacia el "tú a tú", hacia un paciente cuya patología aguda es tratada en los hospitales generales, al igual que aquellos que padecen de los riñones, del corazón o de las articulaciones. Miedo tengo a esta casta política, ajena en muchas ocasiones a la realidad de una población con necesidades, que son obviadas para atender a otras tantas que solo se preocupan por minorías, creyéndose con potestad para destruir los logros de tantos y tantos que han puesto su grano de arena. Todo ello, me provoca una sensación de debilidad que igualo a un castillo de naipes, donde el viento de la crisis pretende derruir en un breve movimiento.Pese a ello, la lucha continúa.
Javier Castro.
Enfermero de salud mental.
Delegado para Canarias de la Asociación Nacional de Enfermería de Salud Mental (ANESM)