Hablar de Donnie Darko es como hablar de una parte fundamental de mí, así que me voy a tomar mi tiempo para hacerlo. Tenía nueve años cuando la vi por primera vez. Recuerdo aquel día como si de ayer se tratase, y eso que ya han pasado más de once años. Por aquel entonces mi pasión por el séptimo arte no era ni una milésima parte de la que siento a día de hoy, así que se podría decir que Donnie Darko fue la película que hizo que me enamorase del cine. Y no solo eso, también logró que descubriese a uno de mis grupos favoritos: Joy Division. Pero eso ya forma parte de otra historia.
¿De qué trata Donnie Darko? Cada vez que alguien me pregunta eso yo siempre le respondo con la sinopsis de FilmAffinity: “Donnie es un chico americano dotado de gran inteligencia e imaginación. Tras escapar milagrosamente de una muerte casi segura, comienza a sufrir alucinaciones que lo llevan a actuar como nunca hubiera imaginado y a descubrir un mundo insólito a su alrededor” y acto seguido les paso el tráiler. Varios minutos después siempre suelo recibir la misma respuesta:
- “Pinta un poco mierda, ¿no?”
- “No sabes cuánto te equivocas” les respondo.
Y ahora estarás preguntándote: ¿A que ha venido esa parrafada, Antonio? Verás, el problema está en que siempre solemos juzgar a una película o bien por su tráiler o bien por su sinopsis. El mayor / mejor problema de Donnie Darko es que cojea por ambas partes. La sinopsis no solo te dice una soberana mierda de lo que vas a ver, si no que además su tráiler es un conjunto de escenas mal seleccionadas y enlazadas. Por eso siempre me parece que estoy ante el ejemplo perfecto de que no todo se debe juzgar por lo que aparentemente parece (Aunque la mayor parte de las veces acertemos).
No pienso ser yo quién os desvele la trama puesto que me parecería muy injusto para todo aquel que aún no ha tenido la GRAN ocasión de verla. Sin lugar a dudas es uno de esos films a los que uno debe de llegar “virgen” y sin tener la menor idea de lo que va a ver. Pero vayamos al grano…
Lo realmente fascinante de la película no es exclusivamente esa relación entre la fotografía, la música y la velocidad de la cinta. Es la perfecta combinación de acciones y actitudes de los distintos personajes que van apareciendo. Los cambios de escena. La relación entre la inteligencia y lo ordinario. La infinita curiosidad y las limitaciones de quienes lo dan todo por sabido. El desequilibrio entre lo real y lo imaginario. El tiempo y de nuevo el tiempo y lo determinante sobre las decisiones que tomamos y el cambio que se produce si nunca las hubiéramos iniciado. Y el miedo. Y la profunda soledad ante el destino y la vida. Y la relación entre la locura y el sentido común. Y el ser todo y el ser nada. O ser todo, o ser nadie. Y el fin como nuevo principio o el principio como un nuevo fin. Pero ante todo estamos ante una película que habla de una forma muy profunda sobre la oportunidad que tenemos de tomar decisiones y lo que cada una de ellas conlleva. Donnie Darko es todo, Donnie Darko es nada.
Me podría pasar horas hablando sobre la maestría que Richard Kelly demuestra en esta película como director y guionista, de su increíble banda sonora o de las radiantes interpretaciones de Jake Gyllenhaal, Maggie Gyllenhaal, Patrick Swayze y Jena Malone. Me podría pasar horas hablando sobre su majestuoso final y la repercusión que ha tenido este film en muchas personas. Podría hablar de todo y a la vez, de nada. Puesto que hablar sobre Donnie Darko es siempre hablar por hablar y quedarte corto en todo lo que puedas decir. Así que, ahora, toca analizarlo al mejor de los espectadores: Tú.
Y para ti… ¿Qué es Donnie Darko?